73 años a la par del avance tecnológico
Los Tiempos en estos 73 años de existencia, como principal periódico de Cochabamba y también del país, no solo ha marcado hitos en el tema informativo y en la historia social, política y económica del Bolivia, también ha sido puntal en la incorporación, en diferentes etapas de su vida, de nuevas tecnologías, que le han situado entre los medios de comunicación de vanguardia a nivel latinoamericano y nacional.
Su desarrollo durante estas más de siete décadas ha estado acompañado e impulsado por la incorporación de medios tecnológicos en el procesamiento del material informativo y gráfico, en el área comercial y de publicidad, en la impresión de las ediciones diarias de los periódicos. Saltos que en muchas ocasiones significaron cambios “traumáticos” para su personal y grandes apuestas económicas y desafíos para sus propietarios y ejecutivos.
Para ser parte de la actual era digital, en estos 73 años de vida Los Tiempos pasó a un ritmo acelerado de la impresión tipográfica, al sistema offset con el que reanudó su trabajo en 1967 (tras más 14 años de silencio por el asalto y destrucción que sufrió en 1953), constituyéndose en el primer periódico del país en contar con esta tecnología, más tarde (1987) introdujo otra gran innovación con los equipos de computación Atex, que sustituyeron a las antiguas máquinas de escribir.
No fue menos importante la incorporación de las fotografías y del color en sus ediciones diarias, según el relato y la memoria de algunos de los protagonistas y testigos de los enormes cambios tecnológicos que tuvieron lugar en estas siete décadas en Los Tiempos, en las diferentes áreas, de los cuales algunos todavía son parte del periódico y otros que ya se encuentran jubilados.
Los Tiempos nació el 16 de septiembre de 1943, utilizando los enormes y pesados equipos que habían pertenecido al antiguo diario La Razón de propiedad del empresario minero Carlos Víctor Aramayo. “En junio de 1943, se produjo el traslado de la maquinaria (tipográfica) al ciudado del linotipista Sixto Araníbar y, poco después, llegaron a nuestra ciudad los jóvenes linotipistas: Alfonso Salazar, Eduardo Capriles, Miguel Torrico, Andrés Coronado, David Fernández, Alberto Ríos, Mario Quiroz y Humberto Torrico, entre otros, que recuerda Alberto Ríos Cortéz, también miembro del equipo”, reseña un artículo publicado en 2008, con motivo de la celebración del 65 aniversario de Los Tiempos.
Según el mismo documento el taller y la prensa se instaló en una casa ubicada en la calle Hamiraya casi esquina Ecuador, eran dos linotipos, una intertipo y una prensa rotoplana que doblaba los periódicos. El primer número tenia que publicarse el 14 de septiembre de 1943, en la efemérides de Cochabamba, pero debido al ajuste de la maquinaria se pospuso por dos días , es así que Los Tiempos empezó a circular el 16 de septiembre, y a solo tres meses de su apertura fue clausurado y detenido y trasladado a La Paz, su director Demetrio Canelas.
1943-1953: Los difíciles 10 primeros años
El periódico Los Tiempos fue fundado el 16 de septiembre de 1943 por Demetrio Canelas, funcionó hasta su destrucción de sus talleres y el saqueo de sus oficinas y archivos el 9 de noviembre de 1953. Estos primeros 10 años fueron muy difíciles, en los que fue apresado su propietario y director, además por las continuas intervenciones de los gobiernos de turno.
“En el pasado, los diarios damnificados por esta clase de atropellos, caían en plena lid. Era el tiempo del periodismo de batalla”, señala el prólogo del libro sobre la historia de los primeros 10 años de Los Tiempos.
1967: Los Tiempos retorno a las calles para quedarse
El 19 de julio de 1967, con nueva maquinaria, Los Tiempos reanudó ediciones. Carlos Canelas en su discurso señaló que para su familia “era un día de especial significación, porque cumplimos un anhelo largamente sentido” y que en esta nueva etapa, el diario “continuará la línea con la que fue fundado en 1943”.
La primea edición salió a las calles a las 16:00 con el número 2.896 –para subrayar la continuidad de las ediciones abruptamente cortadas en 1953-, constó de 44 páginas divididas en cuatro cuerpos, destaca Gustavo Rodríguez en su libro “El tiempo de Los Tiempos 1943-2013”.