“Castigado”
Escrito por Soledad Barrios Chumacero
IBBY Oruro
En esta columna pretendo hacer una aproximación a la novela corta “Castigado” de Gaby Vallejo, escrita con una sencillez y maestría singular, y narrada en tercera persona con mucha precisión. En ella, toma un tema antiguo, pero profundamente actual, el maltrato a los niños, unas veces físico, pero muchas otras, moral.
Juan Carlos, el protagonista, es un niño inquieto, travieso, profundamente sensible, pero muy lastimado por su entorno. Él siente que los castigos sin justificación alguna laceran su alma, nadie lo escucha, a nadie le interesa lo que quiere o piensa.
La autora hace además un análisis psicológico del protagonista y su vida cotidiana, siempre solo, constantemente relegado, los miembros de su familia eternamente ocupados en lo suyo. Se nota que no hay apuros económicos, pero falta cariño, falta integración, falta escucha, y en esa dinámica, no se acuerdan ni de su cumpleaños, por eso, vive frustrado.
Buscando la felicidad, quiere vivir como el loco del barrio, pegando en la pared recortes de los periódicos
Es importante mencionar, que Gaby equilibra con ingenio los hechos, con esas chispas de luz, tan propias en la autora, cuando narra ciertas situaciones, que provocan mucha alegría al protagonista, como la llegada de la profesora de lenguaje. Este percibe que a ella le interesa, descubre su mirada puesta en él, con ese estímulo participa en la clase, se identifica con la maestra, y brotan de su pecho torrentes de emoción, aunque esta nueva situación le trae complicaciones. Una confusión y el encanto se rompe, lo más triste, nuevamente solo, no tiene con quién compartir sus alegrías ni sus pesares.
Los arranques de espontaneidad, la chispa e ingenio de Juan Carlos provocan sinceras carcajadas por sus travesuras. A raíz de una mala pasada que le jugó a su hermanastro, gana fama de ingenioso. Por esta situación hace amistad con Magda, una niña del curso con quien forma una dupla y organizan travesuras planeadas, provocando confusiones o expectativas, para su deleite personal, viendo la reacción de los involucrados.
La novela debiera ser leída y digerida por jóvenes y adultos, porque cada lector, segura estoy, se identificará con alguno de los personajes y tendrá la oportunidad de reflexionar para que no hayan más Juan Carlos en nuestra sociedad.