CARTUCHOS DE HARINA
El vacío del papel virtual de esta columna me hizo doler la panza. De ahí me acordé de que el gran Groucho Marx dejó en blanco el primer capítulo de su libro titulado Camas. Ese capítulo se titula “Ensayo sobre las ventajas de dormir solo” y lleva una Nota del editor. Este informa que el autor decidió dejar en blanco ese capítulo. Lo dejó en blanco manifiestamente, añado, porque las ventajas de dormir solo se reducen a un avaro monopolio: no compartir la cama con nadie.
Las posiciones internacionales de Bolivia lucen como un alineamiento antioccidental próximo al circuito Rusia-China. Nuestros votos en la ONU son consistentes, aunque respecto de la guerra en Ucrania no siempre guardan correlación con el triángulo La Habana, Caracas, Managua. No obstante, Bolivia no es un satélite remoto de Moscú o Beijing. Con extravagancias (¿negligencias?) propias, como los devaneos con Irán o la falta de embajadores con Washington, tal vez el eje boliviano está ahora más cerca de casa: miren su relación con Lula.
Amparo Carvajal ha vencido gracias a atributos excepcionales como su coraje, templanza y fe. Las columnas y las viñetas que se han publicado abundan en ensalzarla, unas veces con objetivos santos, otras con el más barato fin de frotarse con su percibida santidad.
Es un privilegio repetido, para un andino del sur, estar en tierras colombianas para tomarles el pulso a su política y a su cotidianidad. A propósito, parte de esta cotidianidad es que el presidente Petro falte a sus citas. Los maledicentes lo atribuyen a sus amores por los manjares del trasnoche, pero en esas delicadas materias es mejor ceñirse a la prueba, no a los dichos.
goni reaparece y su propuesta constitucional ocupa titulares de prensa, es foco de atención, al grado de que el propio presidente le contesta. Mientras, Carlos Mesa figura punteando varias encuestas, aunque sea con números que se quedan en o debajo de las dos decenas. Por su parte, Manfred Reyes Villa es alcalde popular de Cochabamba y acaba de ser favorecido con la anulación de fallos judiciales en su contra.
“Un hombre negro en EEUU es siempre un hombre enojado”, decía un activista de los derechos civiles, a propósito de la discriminación y de las reacciones que provoca en los afectados. Podría acaso inscribirse en esa matriz la declaración de la ministra de Culturas sobre el carácter de “inquilino” de don Rómulo Calvo por no ser indígena.
“La principal ventaja de ser famoso es que cuando aburres a otras personas en una cena, ellas creen que es su culpa”. Eso dice Henry Kissinger, quien el 27 de mayo, cual madrecita boliviana, pasó la centena de años. Es el personaje vivo con más experiencia en el campo internacional y a quien, como respondía a la CBS hace dos semanas con franqueza, pero sin petulancia, le contestarían hoy la llamada Xi Jinping o Vladimir Putin si él hiciera ahora mismo, doblado y añoso como está, el esfuerzo de marcar el celular.
En 1971, el III Congreso Nacional del Partido Comunista de Bolivia (PCB) hace, bajo la batuta de Jorge Kolle, su balance sobre la guerrilla del Che. Allí afirma que, si el partido hubiera llevado a la práctica un verdadero apoyo militar y paramilitar a la guerrilla, eso no habría variado su curso final. Y Kolle remata: “Probablemente habría habido más combatientes y, consiguientemente, más héroes revolucionarios...”, pero nada habría cambiado sustancialmente.
El canciller Rogelio Mayta se reunió hace algunas semanas con Mark Wells, el subsecretario adjunto para el Brasil y el Cono Sur de los Estados Unidos, y luego con el canciller Lavrov de Rusia en Caracas. Estos días ha llegado el canciller brasileño a Bolivia, con el ánimo de estrechar las relaciones. Se trata de reuniones protocolares, pero, en cambio, construir relaciones efectivas con el mundo nos viene tomando mucho tiempo, que no es el que se invierte en estas breves reuniones.