"Las cholas de los 20 eran unas verdaderas señoras"
"Si me tocaría dar una nota a Bolivia le daría la máxima, un siete. Creo que el país se ha portado muy bien con todos nosotros, porque finalmente la producción es de toda Bolivia"
Carla Ortiz | Actriz
"Sensual, carnosa, de un rojo violento, sabía manejar con calculado acierto la sonrisa o el mohín. Boca roja, sin más colorete que el de una sangre ardiente, tan rica en glóbulos como de hechizos (& ) Esa boca brindaba su carne cual satánica fruta". Así describe Adolfo Costa Du Rels a su famoso personaje apodado la Misk"i Simi (Claudina) en un fragmento de su cuento homónimo, la misma que el director Antonio Eguino da vida en el celuloide en "Los Andes no creen en Dios" gracias al trabajo de la actriz boliviana Carla Ortiz.
Luego de maratónicas jornadas de estrenos y premiers por varias ciudades de Bolivia promocionando el filme nacional, ahora Ortiz emprende vuelo para seguir explorando su capacidad y talento actoral en otras latitudes. Su próximo destino es Chile, donde trabajará en el filme "El desorejado" e interpretará a una ñusta de nombre Qusirimay.
Horas antes de su partida, Ortiz accede a esta entrevista para detallar cómo hizo para encarnar a su personaje y, en general, como engranó con los demás actores y actrices en este cuarto filme de Eguino, que se proyecta en los cines de Cochabamba.
- Tanto en el cine y el teatro nacional, cuando se trata de interpretar el personaje de una chola se tiende a la exageración e incluso a la ridiculización; sin embargo con la Misk"i Simi, usted logra un equilibrio perfecto. ¿Cómo lo logró, cual fue el proceso en la construcción de su personaje?
- En realidad no se trata de una cholita de hoy en día, pero no es porque sean menos, o mejores o peores, sencillamente porque las cholas de los años 20 eran unas verdaderas señoras. Eran las que llevaban la economía de sus hogares y en gran medida la del país, las demás mujeres de la sociedad cumplían solamente el rol de esposas y madres.
Las cholas fueron las primeras mestizas, de hecho, el padre de Claudina era un irlandés y su madre indígena y ahí esta la mezcla.
Claudina es una mujer que se mueve con soltura en espacios diversos. Ora está con un empresario inglés; ora con un joven de alta sociedad cochabambina; ora con un minero ricachón. Entonces, para que una mujer se pueda adaptar a distintos tipos de hombres tiene que existir una neutralidad en su forma de ser.
El trabajo realizado con Antonio Eguino fue muy fuerte. No podía hablar como se habla ahora porque el quechua no estaba tan castellanizado, ni el castellano estaba quechuizado. Existía una neutralidad hasta en la forma de hablar, sin embargo el tono cantadito de la Claudina es típico de quien habla quechua.
-Además del personaje de la Misk"i Simi del cuento de Du Rels, ¿qué otros referentes tuvo?
- Por ejemplo, escuchamos canciones de la época para captar el acento. Vi un sinfín de fotografías y noté que las cholitas nunca dejan las manos sueltas, siempre llevan arriba, cruzadas o agarrándose las trenzas o con la mano en la cintura.
Además se les notaba en su porte el gran orgullo que llevaban. Eran mujeres muy elegantes y cargadas de joyas. Cuanto más grandes los faluchos (aretes), más anillos en las manos o más grande el prendedor, mucho mejor para ellas.
-En esta su primera incursión al cine boliviano trabajó con artistas con bastante experiencia en el cine como Diego Bertie, Shlomit Baytelman, Jorge Ortiz, Milton Cortés y otros ¿Cómo fue su relación con ellos tanto dentro la escena como detrás de cámaras?
- Fue una relación súper especial. Diego Bertie (Alfonso) es un ser muy generoso cuando le toca trabajar contigo, sobre todo en las escenas íntimas él es muy tranquilo y dadivoso. Aprendes mucho de él.
Con Milton Cortés (Joaquín) fue una experiencia deliciosa, porque él es para mí como un hermano, es alguien humilde y sencillo.
Con Shlomit Baytelman (Clota), fue otra experiencia maravillosa, estamos hablando de una de las actrices más destacadas de Chile. Fue una verdadera maestra que le ha tomado un gran cariño a Bolivia.
-Sobre la "escena íntima" con Diego Bertie a la que se refiere, ¿hubo algún reparo en hacerla? ¿Ya hizo alguna escena de desnudo en otra producción?
- En principio discutí sobre la escena con don Antonio porque le dije que yo no hacía desnudo y que tendríamos que quitarla. Él me explicó que obviamente no es un desnudo común y corriente, es un semidesnudo artístico. Me recomendó que estudie a Claudina, a esa mujer de pollera que encarna la lujuria, la sensualidad del mestizaje.
Entonces me pregunté cómo puedo encarnar a una mujer que hace derretir a los hombres; cómo puedo plasmar y ser fiel a este personaje.
Y me lancé a interpretarla, ahora le toca al público definir si tengo o no el talento para hacerlo.
Tenia que dar todo de mí para que la gente entienda qué era lo que a estos hombres les atraía de la Misk"i Simi, para entender qué era lo que provocaba Claudina cuando se suelta las trenzas, pues en esos cabellos largos de la chola se encuentra la sensualidad oculta.
El director me decía que necesitaba ver a la Claudina besando y que se sienta que esa boca era la puerta que te abría al cielo, pero cuando entrabas te quedabas en el infierno y no salías más.
Historia de un personaje
Cuando, hace más o menos 10 años, Milton Cortés le comentó a Carla Ortiz que Antonio Eguino necesitaba una actriz para una película que titularía "Los Andes no creen en Dios, y que es un papel que no puede hacerlo otra persona que no sea ella, la actriz tenía 15 años y muchas ilusiones y proyectos por delante.
Luego de ciertas peripecias viaja a La Paz y Ortiz logra entrevistarse con Eguino, "lógicamente don Antonio me observa y ve en mí una niña sin ninguna experiencia en el cine, sólo faltó que me desee suerte en mi futuro como modelo", contó la actriz.
"En ese momento yo le dije que un día yo seré una actriz muy famosa, y que me va a pedir que actúe en una película para él y le voy a decir que sí, le dije y me fui".
Pasaron algo más de 10 años y Ortiz estudió, se formó y alcanzó éxito como actriz. Entonces un buen día recibe un mail de Antonio Eguino explicándome el proyecto cinematográfico que pensaba emprender.
"Ya en Bolivia me reúno con él y me propone que interprete a la Misk"i Simi en su película. Para mí esa propuesta fue como un regalo y se cumplió lo que dijo Milton, que nadie más que yo podía hacer ese papel", recordó Ortiz.
En ese momento Ortiz sintió que su destino estaba marcado y que Dios, "cuando tiene algo para ti, lo tiene para ti", sentenció.
ORTIZ TEXTUAL
*De la gente con la que pude hablar no he escuchado nada negativo sobre el filme, todo el mundo llega a felicitarme por la película, que gracias a ella están orgullosos de ser bolivianos.
* Tengo la esperanza de que Antonio Eguino va a romper su propio récord en recaudaciones con "Los Andes no creen en Dios", luego de "Chuquiago".
* Creo que ingresar al cine boliviano de la mano de un director de la talla de Antonio Eguino, es ingresar por la puerta grande.
* En un país o una sociedad no existen protagonistas, sino que todos lo somos. Y creo que precisamente eso quiso expresar Antonio Eguino en la película "Los Andes no creen en Dios".