Lo que faltó en el Censo
El Censo de Población y Vivienda 2024, estimado en unos 68 millones de dólares, debió ampliar su visión y aprovechar el esfuerzo logístico y económico para indagar sobre otros aspectos que son importantes para generar y/o actualizar las políticas públicas. Por ejemplo, debieron preguntar sobre:
- Ingreso económico por integrante.
- Número de automóviles por familia.
- Relación formación profesional-desempeño laboral.
- Estudios en el exterior.
- Discapacidad.
- Nutrición.
- Tenencia de animales domésticos.
- Ocio.
- Estado emocional (felicidad, frustración, etc.).
Ahora, también considero que se debe reflexionar sobre la metodología del censo, pues en plena era digital estimo que el lápiz y papel no deberían ser la única tecnología a emplearse; lo rudimentario del proceso no ayuda a la transparencia del mismo (ojo, tampoco lo hace su digitalización, necesariamente) ni a la entrega de los resultados en un tiempo razonable (el Instituto Nacional de Estadística, INE, informó que tardará un año —en la entrega de datos procesados—, tiempo que es excesivo y que seguramente responde a las limitaciones tecnológicas).
Finalmente, pienso que es necesario que este tipo de procesos tan decisivos para el futuro de todos sea construido, acompañado y fiscalizado por una entidad (o comunidad) totalmente ajena a los intereses de un gobierno/partido político.
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