EEUU confirma su dominio mundial
Estados Unidos agrandó su leyenda en el fútbol femenino con su cuarto título en ocho ediciones del Mundial. Las norteamericanas, con goles en el segundo tiempo de Megan Rapinoe de penal y de Rose Lavelle, ganaron a Holanda por 2-0 en la final.
El primer tanto del partido llegó de penal, al transformar Rapinoe (16’ST) una falta dentro del área de Stefanie Van der Gragt a Alex Morgan.
La central holandesa elevó mucho su pie izquierdo, tocando el hombro de la delantera estadounidense, por lo que la árbitra francesa Stephanie Frappart, con ayuda del VAR, señaló el castigo.
El gol hacía justicia a los méritos de las estadounidenses, que dominaban el encuentro y solo la buena actuación de la portera holandesa Sari Van Veenendaal hizo que se retrasara la victoria.
Tras ese tanto, a las agazapadas holandesas sólo les quedaba atacar, ya que hasta ese momento sólo habían apostado por los contragolpes.
Y al verse obligadas a abrirse, encajaron el segundo tanto, en el 24’ST, cuando Rose Lavelle, en una jugada personal, condujo el balón por el centro, y poco después de meterse en el área, anotó su tercer gol del torneo, con un disparo cruzado.
Tras ese segundo tanto, se sucedieron las ocasiones de Estados Unidos, aunque el poco acierto de las norteamericanas y el gran partido de la portera holandesa impidieron un marcador más abultado.
Estados Unidos nunca se ha bajado del podio en los ocho Mundiales disputados, con cuatro títulos (1991, 1999, 2015 y 2019), un subcampeonato (2011) y tres terceros puestos (1995, 2003 y 2007).
A ese dominio aplastante hay que unir además cuatro oros olímpicos, en seis ediciones disputadas.
Además de estar en tres finales consecutivas, su DT Jill Ellis es la primera que gana dos veces seguidas un Mundial, tanto en categoría femenina como masculina, desde que lo hiciera el italiano Vittorio Pozzo en los años 1930.