Juventud, mi divino tesoro
La creación de un Fondo en el Mercado de Valores en el que las AFP podrán invertir y al mismo tiempo servirá para otorgar créditos al sector productivo agropecuario alarma a las personas porque consideran que dicho sector no incrementará la rentabilidad como señala el Gobierno y por ende no llegará el beneficio a los que se jubilaran posteriormente. Por ejemplo, el economista Alberto Bonadona advirtió que la actividad agrícola es “de mucho riesgo, con un poco más de rentabilidad que otras, pero con muchísimo riesgo”.
Al respecto, debe considerar los siguientes enunciados:
Como se recordará, la Ley N° 065 de10 de diciembre de 2010, de Pensiones reduce la edad de jubilación a 58 años, asimismo disminuye un año la edad de jubilación de la mujer por cada hijo nacido vivo hasta un máximo de tres, distinta a la Ley N° 1732 de Gonzalo Sánchez de Lozada que establecía como edad de jubilación 65 años, no existiendo en este sentido un tratamiento especial para las mujeres y sobre todo entregaba la administración de los aportes de los asegurados al sector privado (Administradoras de Fondos de Pensiones - AFP) del cual se heredó una cuantiosa deuda y que la misma fue saneada durante los últimos 11 años.
En lo referente al apoyo al sector productivo, el Gobierno determinó las tasas de interés anuales máximas para el crédito destinado al sector productivo en función del tamaño de la unidad productiva (11,5 por ciento Micro, 7 por ciento Pequeña y 6 por ciento mediana y grande), cuyas tasas no incluyen el costo de seguros, formularios ni ningún otro recargo, las cuales están establecidas el Artículo 5° del Decreto Supremo Nº 2055 de 10 de julio de 2014. Sin embargo, a pesar de dicha regulación aún tienen dificultades de obtener préstamos de las entidades bancarias.
Precisamente, a fin beneficiar a todo el sector cuestionado se optó como mecanismo el hecho de contar con un contrato de venta de su producción a una Empresa Agroindustrial y que la Empresa Agroindustrial garantice el 30 por ciento del préstamo que otorgue el Fondo a los productores. Con ello verá que no se trata de despilfarrar los recursos, toda vez que hay ciertos requerimientos necesarios.
Por otra parte, es pertinente mencionar que de acuerdo a la información disponible en página web del Viceministerio de Inversión y Financiamiento Externo, dependiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo, en la gestión 2016 el sector agropecuario reflejó una inversión de Bs 2.142.975, que representa el 4,22 por ciento del total de inversión de Bs 50.780.105. Asimismo cabe señalar que la ejecución al mes de noviembre llegó a Bs 1.247.941, que muestra un porcentaje de 58,23 por ciento pese a un panorama muy complicado (invasión de productos agrícolas de países limítrofes, fenómenos climáticos y la reducción de los precios internacionales). Esta información permite apreciar que es un sector que sobresale y se esfuerza de manera significativa, así que no tema de las inversiones que realizan.
Así también, en cuanto a la desconfianza a los Bancos de Desarrollo Productivo, debe tomar en cuenta que según publicación de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), la agencia calificadora de riesgo “Moody’s Latin America Agente de Calificación de Riesgo S.A.” (entidad encargada de realizar los estudios que indican el riesgo crediticio de una entidad o emisión de títulos con el fin de facilitar a los inversionistas la toma de decisiones a la hora de colocar sus recursos), califica al emisor así como a la deuda a mediano y largo plazo del emisor con AA1 es decir estable; lo que permite ver la solidez de los Bancos de Desarrollo Productivo.
Para concluir, como dicen, el viejo no puede hacer lo que hace un joven pero lo que hace es mejor. Sin filosofar en lo que refiere a juventud y vejez quiero mencionar la edad de Bengt R. Holmström de 67 años y Oliver Hart de 68 años quienes recibieron el premio Nobel de economía en la pasada gestión por sus contribuciones a la teoría de los contratos para que usted vea lo que puede hacer, no se asuste, viva y disfrute.
La autora es economista
Columnas de SILVIA EUGENIA HUANCA C.