El voto cochabambino
El voto del cochabambino está a punto de ser anulado por el MAS; ese 55 por ciento de qhochalas que votamos por Manfred Reyes Villa para alcalde, hoy el Movimiento al Socialismo del ala radical y confrontacional de Evo Morales, está buscando anularlo.
Lo interesante del asunto es la maniobra mediática que hay por detrás: No es, pues, casualidad que días antes del pronunciamiento de la “justicia” en un caso tan antiguo y retorcido, alguna prensa nacional —no cochabambina— construya titulares tendenciosos que pretenden dividir a una ya destruida oposición. Los lectores de la realidad, la mayoría foránea a Cochabamba, replican aquellos titulares e instalan el discurso divisionista, separatista diciendo que la culpa es de Manfred por tibio, por no apoyar a la RJC. ¡Qué capos! Entonces el MAS sonríe, se frota las manitas, aplaude y ataca.
Acusar a Manfred de tibio y de no apoyar a la “oposición ciudadana” es un relato falaz y evidentemente contradictorio con la realidad del voto (deseo) del 55 por ciento de los cochabambinos.
Y es que los qhochalas no hemos votado por Manfred para que la pelea, la confrontación, la politiquería, el odio, el problema, los bloqueos, los paros, y las divisiones continúen en este maltratado valle.
El voto a Reyes Villa se traduce en la esperanza de ver a esta ciudad próspera, linda, querida, prolija, arreglada, moderna, limpia... ¡limpia! Con eso nos conformábamos los cochabambinos que durante los dos últimos años hemos tenido una ciudad tomada por los administradores de la basura quienes, agitados por ciertos personajes tintos del MAS, han pretendido detener y ahogar en basura a Cochabamba empleando la extorsión para hacerse del poder por el poder.
Los cochabambinos hemos votado con la única ilusión de tener una ciudad amable, atendida y digna... No hemos votado para que la confrontación distraiga y detenga, eso habría sido defraudar el voto ciudadano, eso habría sido ser tibio con Cochabamba, eso habría sido jugar al MAS desde una visión política personal.
Manfred Reyes Villa, desde el primer día de su posesión, fue provocado mediáticamente... ¿lo recuerdan? La prensa tomate intentó instalar un cuento fantástico que por tan fantástico se cayó antes de que la historia cumpliera la mayoría de edad. Hoy el relato no es tan evidente, es más fino, más trabajado: “es tibio porque no apoyó a la RJC”.
No quiero mencionar lo que Reyes Villa ha hecho en estos cuatro meses de gestión porque va a sonar a propaganda y no es eso lo que busco. Lo que quiero es que veamos más allá de lo evidente: Manfred correspondió al voto de Cochabamba, un voto que no espera sangre ni palos ni guerra ni bloqueos ni conflictos ni expresiones miserables. El voto de los cochabambinos fue para reconstruir una ciudad que nos merezca a todos... y eso es lo que estamos logrando. No dejemos que nuestro voto sea una vez más desconocido en un nuevo atentado a la democracia.
La autora es comunicadora social
Columnas de MÓNICA OLMOS