Aguas subterráneas
Mientras las familias y productores agrícolas de varios municipios del cono sur y la región andina de Cochabamba imploran ayuda por la dura sequía que han enfrentado desde hace varias semanas, se observa un panorama similar en la zona sur de la ciudad. Sin embargo, esto contrasta con lo que sucede en la zona norte, donde se desperdician cientos de litros de aguas subterráneas que se acumulan debajo de los edificios.
Aunque el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) ha informado que parte de esas aguas se utiliza para llenar dos lagunas, Alalay y Coña Coña, también ha admitido que no hay presupuesto para renovar el sistema y reencauzar el líquido a otras zonas que realmente lo necesitan.
Es doloroso transitar por la avenida Villarroel y la ciclovía y presenciar cómo una hilera de agua cristalina desciende por un lado de la calle y se dirige directamente hacia un desagüe. Los vecinos y transeúntes critican la inacción de las autoridades para aprovechar este vital recurso, como lo refleja una nota publicada recientemente en Los Tiempos titulada “Redirigen aguas freáticas de edificios a dos lagunas, pero urge una normativa”.
Según transeúntes y ciclistas, la humedad en estas zonas es constante. Por lo tanto, además de desperdiciar el agua que podría servir a decenas de familias, el municipio debe invertir recursos en pavimentar o, al menos, reparar los baches en las vías afectadas.
La severa escasez de agua para consumo y riego que afecta a la zona andina, el cono sur y los valles se debe a que Cochabamba se encuentra en la “meseta de un ciclo de sequías”, según un estudio realizado por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). A diferencia de años anteriores, la crisis hídrica de este año comenzó en abril, según testimonios de los afectados y las autoridades. Por lo tanto, es urgente que las autoridades se pongan de acuerdo y coordinen las acciones a seguir, tanto entre ellas como con las poblaciones.
En muchas ocasiones, los dirigentes vecinales acuden a las autoridades solicitando ayuda por diversas problemáticas, pero no son escuchados a tiempo. También se ha observado que los conflictos por intereses políticos impiden resolver los problemas que afectan a la población.
Aunque la sequía afecta directamente al área rural, sus efectos llegan indirectamente a las ciudades, donde los productos para su comercialización llegan en menor cantidad y a precios más altos, debido a la mala cosecha provocada por la falta de agua.
Es necesario tener en cuenta las recomendaciones de los expertos sobre el “ciclo seco” para aprobar políticas que realmente sean útiles a corto, mediano y largo plazo, para no lamentarnos posteriormente por la crisis que estamos experimentando.