Beijing abraza el auge cultural del tenis en el Abierto de China
China revolucionó su manera de vivir el tenis. Desde hace dos décadas, Beijing acogió el Abierto de China y, pese a generar grandes expectativas como país anfitrión de los magnoeventos deportivos, el tenis no solía ser un deporte de gran demanda en este país.
Sin embargo, este 2024 registró cientos de miles de expectantes, un movimiento diario de millones de RMB (yuanes) y un récord en venta de entradas con un aumento del 50 por ciento de asistentes con respecto a la gestión pasada. Los Tiempos pudo evidenciar desde las tribunas el crecimiento del fanatismo y la entrega por este deporte en el Gigante Asiático.
El evento, que tuvo cabida del 23 de septiembre al 6 de octubre de 2024, se desarrolló simultáneamente durante la “Semana Dorada” del Día Nacional de China, el feriado más importante y que apunta la mayor cantidad de movimiento en eventos de entretenimiento.
Esta estrategia estuvo sujeta a un regreso vibrante del torneo tras las restricciones de los últimos años debido a la pandemia, hecho al que el público, tanto residente como visitante, respondió con toda la aceptación.
En un primer encuentro futurista, los asistentes pasaban por un escaner biométrico al ingresar ordenadamente con la entrada física o digital: residentes chinos con su identificación, extranjeros con el pasaporte y una revisión de seguridad cual aeropuerto.
El precio de las entradas variaba según a la ubicación del asiento, todos numerados, y rondaba desde los 700 RMB (100 dólares) a 1.500 RMB (215 dólares) en áreas de acceso común.
El ambiente deportivo
Familias enteras, personas de todas las edades, muchos con algún distintivo característico del evento o del tenis en sí, como gorras, raquetas, almohadas en forma de pelota, globos o alguna indumentaria que mostraba cuán impregnada está la gente con el segundo juego de pelota más grande del mundo. Algunos, afanados con encontrar a las estrellas mundiales de este deporte y correr la suerte de poder recibir un autógrafo, o simplemente disfrutar los espacios externos de entretenimiento que ofrecían las marcas patrocinadoras mientras esperaban el partido de su preferencia.
En las tribunas del Olympic Green, escenario principal del Centro Nacional de Tenis de Beijing construido para los Juegos Olímpicos de 2008, este diario no sólo fue testigo de tres partidos de los actuales referentes del tenis mundial, como Jannik Sinner (subcampeón del torneo), Coco Gauff (campeona del torneo), Naomi Osaka, Zhang Zhizhen (número uno en China), o Alejandro Davidovich. Sino, también, observó la infraestructura que se mantuvo impecable y que expuso a los mejores del mundo en este deporte desde su edificación.
Durante el recorrido hacia esta cancha, las palmas de las manos selladas en cemento junto a los nombres de personajes como Rafael Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic o Serena Williams, entre otros, son parte de esta instalación convertida en emblemática ya que, no sólo registró las consagraciones de estos grandes en sus 47 canchas, 12 usadas para el torneo y con la capacidad para más de 30 mil espectadores, sino que también, registró el crecimiento revolucionario de la afición china por el tenis, sumado a su evidente desarrollo tecnológico adaptado a este deporte para incentivar su práctica y difusión.
China, a punto de liderar
Según las estadísticas de la Federación Internacional de Tenis (ITF), en 2021 habían 87,18 millones de personas en el mundo participando en el tenis. China se convirtió en el segundo país del mundo en cuanto a participación en este deporte con 19,92 millones de personas, sólo superado por Estados Unidos, que representa el 22,9 por ciento de la población total tenista en el mundo. Al mismo tiempo, y probablemente como justificativo a esta cifra, el número de canchas de tenis en China también es el segundo en el mundo: alcanza las 49.767.