China apuesta fuerte con DeepSeek, la IA que tiene en vilo a Estados Unidos
En el competitivo sector de la Inteligencia Artificial, dominado por gigantes tecnológicos como OpenAI, Google y Microsoft, la llegada de la empresa DeepSeek ha sacudido los cimientos de la industria.
Esta startup china, fundada hace apenas unos años, sorprendió al mundo en enero de 2025 con el lanzamiento de su modelo avanzado DeepSeek-R1, que no solo compite con los desarrollos más avanzados de Occidente, sino que también redefine las reglas del juego tecnológico en un contexto global de tensiones económicas y geopolíticas.
El fenómeno de DeepSeek: cómo ocurrió
Como empresa, DeepSeek comenzó a gestarse en 2022, pero no fue hasta este momento que dio el gran salto al escenario global con el lanzamiento de DeepSeek-R1. Este modelo fue creado en un tiempo récord: menos de dos años. Su desarrollo coincidió con un momento crucial en la rivalidad tecnológica entre China y Estados Unidos, en el que las sanciones impuestas por Occidente obligaron a los investigadores chinos a buscar soluciones alternativas y eficientes para superar las limitaciones impuestas.
El equipo detrás de DeepSeek está compuesto por un grupo de jóvenes talentos chinos formados en universidades de élite como Tsinghua y Peking. La mayoría de estos investigadores ya contaba con experiencia previa en empresas tecnológicas internacionales, lo que les permitió combinar conocimiento local con perspectivas globales.
Las novedades en el mundo de la IA que trae DeepSeek
Este modelo de IA generativa se distingue por su capacidad para igualar e incluso superar a modelos occidentales en áreas como matemáticas, razonamiento lógico, programación y generación de contenido creativo. Más allá de su potencia técnica, este modelo ha llamado la atención por haber sido desarrollado con un presupuesto que no supera los seis millones de dólares, una cifra notablemente baja en comparación con las inversiones multimillonarias de empresas como OpenAI.
Lo más sorprendente es que logró alcanzar este nivel de sofisticación enfrentándose a las restricciones impuestas por las sanciones estadounidenses, que limitan el acceso de China a tecnologías clave como los chips avanzados de Nvidia.