Guardaparques, ante 6 riesgos en incendios en el Parque Tunari
La muerte del joven Jorge Hinojosa, de 22 años, mientras ayudaba con su familia a sofocar un incendio forestal en el Parque Nacional Tunari, en la zona de Bella Vista, el sábado, resaltó el trabajo arriesgado y sacrificado que realizan los voluntarios, bomberos y rescatistas. Ése es el caso de los ocho guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap).
Los riesgos que enfrentan los guardaparques son el fuego en los incendios, los deslizamientos de piedras, la caída de árboles cuando éstos se queman hasta la raíz y los cañadones como en el que cayó Hinojosa luego de intoxicarse con el humo del incendio.
Además, existen los riegos naturales por la presencia de animales silvestres, como los gatos de monte o pumas que aún viven en el Tunari, que en su intento por huir del fuego pueden atacar a los guardias, contó el director interino el Sernap, Alberto Terrazas. Y también están las posibles picaduras de serpientes, alacranes y arañas, características de zonas como el Parque Tunari.
Los guardaparques son los primeros que llegan a la línea de fuego cuando se está quemando el Tunari y los últimos en retirarse hasta que las llamas se apaguen.
“Los guardaparques siempre llegan primero, con la preocupación de controlar el incendio. Como somos pocos, no se nos ve y por eso no salimos mucho en los medios”, dijo Terrazas.
Las condiciones de trabajo de los guardaparques cambian a lo largo del año: en la temporada de prevención, se dedican a trabajos forestales y vigilar el Tunari; el resto del año, a apagar los incendios y controlar que no haya nuevos asentamientos en esa área protegida.
Este año, los incendios forestales en el Tunari repuntaron. A la fecha, el Sernap registró 48 focos de calor.
En lo que va de 2019 se ha atendido 48 incendios en el Tunari que arrasaron con 405 hectáreas.
LAMENTAN EXCESO DE PROTAGONISMO
Los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) lamentan que muchos voluntarios sólo lleguen hasta la zona de los incendios del Parque Tunari a buscar protagonismo.
“Lamentablemente, muchos son así, sólo buscan protagonismo y llegan para sacarse selfis y subir a las redes. No se dan cuenta del riesgo. A veces llegan con camisas y zapatos de charol”, dijo uno de los guardaparques, Daniel Pacci.
PACCI: NACÍ CON LA VOCACIÓN PARA CUIDAR LA NATURALEZA
REDACCIÓN CENTRAL
Daniel Pacci Vera es un guardaparques que lleva 17 años cuidando las áreas protegidas de Bolivia. En 2012, cuando acudió a un incendio en Combuyo, en el municipio de Vinto, sufrió una caída de 20 metros en un barranco, lo que provocó la fractura expuesta de su tobillo izquierdo, fractura de cuatro costillas y un codo.
Sin embargo, el accidente no lo alejó de este oficio, porque él considera que nació con esa vocación. Pacci comenzó a trabajar como guardaparques en 2002, en el Parque Carrasco, y desde 2011 trabaja en el Parque Nacional Tunari.
“Gracias a Dios, estoy de nuevo en el camino, trabajando en lo que me gusta, que es la conservación y protección de las áreas protegidas. Esto es en beneficio de la población”, dijo Pacci.
Fuera de los peligros a los cuales se exponen los guardaparques, también hay otros inconvenientes como la distancia con su familia, porque trabajan 24 días al mes y descansan sólo seis, indica Pacci.