Subvención a los combustibles puede superar los $us 1.000 MM en 2022
El precio internacional del barril de petróleo llegó ayer a los 108 dólares. La cotización subió un 20 por ciento desde que Rusia invadió Ucrania. En este contexto, especialistas en hidrocarburos señalan que, al mantenerse este elevado precio, la subvención a los combustibles en Bolivia subirá de 700 millones de dólares a más de 1.000 millones en la gestión 2022.
“El Presupuesto General del Estado se basó en un precio de 50,47 (dólares por barril) y la subvención sería de 700 millones de dólares. A un precio de 70 dólares el barril, la subvención va a pasar los 1.000 millones de dólares”, informó el presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Pablo Suárez.
Incluso, el especialista advirtió que, si se mantuviera el precio de 108 dólares, la subvención a los combustibles pasaría los 1.500 millones de dólares.
Rusia es uno de los principales productores de petróleo, pues aporta con el 12 por ciento a la oferta mundial. La guerra que desató, sumada a las sanciones económicas, hace prever una disminución de la oferta de este hidrocarburo, por lo que su precio en el mercado se eleva.
Bolivia importa combustibles y los subvenciona para mantener el precio fijo en beneficio de la población. Según el Presupuesto General del Estado (PGE) 2022, se destinará 4.794,6 millones de bolivianos (al menos 700 millones de dólares) para el subsidio e incentivo a los hidrocarburos.
En este contexto, el economista Mauricio Medinaceli manifestó que el aumento equivalente a más de 1.500 millones de dólares es un “cálculo correcto”, aunque no se puede establecer que el precio del petróleo se mantenga por encima de los 100 dólares por el resto del año.
Suárez coincidió con ello, aunque indicó que es muy posible que el promedio se mantenga por encima de los 70 dólares, lo que implica 1.000 millones de subvención. En ese caso, Bolivia destinaría un equivalente al 2,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la subvención de los carburantes.
Los Tiempos se contactó con la Unidad de Comunicación del Ministerio de Hidrocarburos y Energías para conocer las previsiones adoptadas ante este panorama; sin embargo, no se obtuvo respuesta.
Anteriormente, el Gobierno señaló que tiene un plan de sustitución de importaciones para reducir el costo de la subvención (que ya venía siendo insostenible aún sin la guerra en Ucrania) sin aumentar el precio de la gasolina y el diésel.
Por otro lado, Medinaceli dijo que el monto extra que se utilizará este año para la subvención disminuirá los recursos del TGN y de YPFB. Según él, esto puede acarrear más deuda externa y la disminución de recursos que se puedan invertir en salud, educación y otros.
Suárez acotó: “De que el Gobierno tiene que hacer ajustes, tiene que hacer ajustes. En enero ya decíamos que el supuesto del precio del petróleo (50,74 dólares el barril) estaba muy bajo”.
El gas sube, pero hay poco beneficio
De acuerdo a los cálculos del economista Mauricio Medinaceli, el incremento del precio del petróleo representa un aumento en la exportación de gas natural boliviano a Brasil y Argentina; sin embargo, éstos no son equiparables a las pérdidas que se registran por la importación de combustibles.
“El año 2022, cuando la producción es baja, el incremento de un dólar en el precio internacional del petróleo aumenta las exportaciones anuales de gas natural en 30 millones de dólares”, señaló Medinacelli.
En esta línea, con el alza del petróleo, Bolivia pagará hasta 43 por ciento más por importar combustibles y recibirá 27 por ciento más por exportar gas.