Día Mundial del Agua
El agua es vida. Esa es una afirmación con la que la mayoría está de acuerdo por la importancia que tiene este recurso para la humanidad, la fauna y la flora del planeta.
Cada 22 de marzo, el mundo conmemora el Día Mundial del Agua, una jornada de reflexión sobre la importancia de este recurso para la subsistencia de todos los organismos vivos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) instauró el 22 de marzo la celebración anual del Día Mundial del Agua en 1992, como un medio para concientizar acerca del cuidado de los recursos hídricos a escala planetaria.
Este año, esa jornada encuentra al país con una coyuntura difícil por los desastres naturales a causa de las intensas lluvias que han golpeado a los nueve departamentos. Sin embargo, también, es un momento para reflexionar sobre la importancia de este líquido para la vida.
En Bolivia se han dado pasos importantes para mejorar el acceso al agua y al saneamiento básico. Además, la Guerra del Agua del año 2000 logró que se constitucionalice y se considere un derecho humano.
“El agua se constituye en un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la soberanía del pueblo. El Estado promoverá el uso y acceso al agua sobre la base de principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad, diversidad y sustentabilidad”, sostiene el artículo 373 de nuestra Constitución Política del Estado.
El gran reto de Bolivia ahora que celebrará su bicentenario es que el 100 por ciento de la población ejerza plenamente ese derecho.
Las dificultades para contar con agua potable aún son un problema global. De acuerdo con datos de la ONU, 2 200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, y 3.500 millones carecían, en 2022, de servicios de saneamiento, incluidos 419 millones que practicaban la defecación al aire libre.
La falta de acceso al potable es una de las causas de la mortalidad infantil y de la prevalencia de enfermedades asociadas a la contaminación de las fuentes por la descarga de aguas servidas en los ríos.
La cobertura de agua potable en Bolivia, en el área urbana alcanza al 94,3% y en el área rural al 67,5%. En tanto, la cobertura de saneamiento bordea en el área urbana el 68,3% y en las zonas rurales sólo el 44,3%, según datos del Ministerio de Salud.
En Cochabamba, la Agenda del Agua alertó, en 2022, de la reducción de la disponibilidad de agua para el consumo humano, riego y saneamiento básico, porque si bien el departamento registra inundaciones en la época de lluvia, también, soporta prolongadas sequías.
Una de las tareas que se encomendó fue el avanzar en la reforestación y cuidar las fuentes de agua disponible y modernizar los sistemas de riego en el campo. ¿Cuánto se ha avanzado en el logro de esos propósitos?