“La Rueda” apoya a la producción de las bodegas bolivianas
La Rueda Bolivia es un emprendimiento que centra sus objetivos en el impulso a la producción boliviana de vinos, chocolates y singanis, entre los que prima la calidad del producto.
El espacio, ubicado en la calle Huallparimachi, expone los productos bolivianos que además de ser de calidad, cumplen con estándares únicos en el país, en Sudamérica e incluso en el mundo.
Las socias del emprendimiento, Alessandra Spicchi y Melina Pelaez, contaron que el espacio inició con la idea de brindar una oportunidad para conocer más de los productos bolivianos que provienen de pequeñas o medianas empresas, pero que aún tratan de encontrar un espacio en el mercado.
La Rueda abrió hace cinco meses en Cochabamba y cuando inició se contaba con la exposición y la posibilidad de degustar vinos de cinco bodegas del país, pero la idea fue bien recibida y ahora son nueve bodegas que llegan con sus productos a Cochabamba.
Márquez de la Viña (Cochabamba), Tierra Roja, San Francisco de la Horca , Jardín Oculto, Cepas de Oro (Chuquisaca), Magnus, Barbacana, Cañón Escondido (Tarija) y Landsuá (Santa Cruz) son las bodegas que presentan una variedad de vinos, que se destacan por la maceración y por la materia prima con la que fueron elaborados.
“Lo más novedoso que estamos introduciendo es Cepas de Oro, Jardín Oculto, San Francisco de la Horca y Tierra Roja. Las bodegas de Chuquisaca son del Valle del Cinti y cultivan una cepa patrimonial que es la vischoqueña, que es considerada única en el mundo, ha nacido de la moscatel y de la negra criolla que han traído los españoles”, señaló Pelaez.
Las características de los vinos que permiten que sean considerados más naturales, es decir, sin pesticidas o agregados que no son propios de la maceración del vino van desde los viñedos.
Pelaez contó que, en el caso de la bodega de Jardín Oculto, el viñedo crece alrededor de un árbol molle que tiene más de 200 años y que sirve como pesticida orgánico.
En el caso de San Francisco de la Horca, la producción no sobrepasa el millar de botellas, por lo que las características de los vinos en las etiquetas son manuscritas.
“Su enfoque es expresar la versión más pura de la cepa, entonces ellos vinifican en damajuanas, como se hacía antes, en vidrio. No hay sabores añadidos”, dijo.
Este tipo de detalles son explicados en La Rueda por las socias propietarias que buscan dar el valor agregado del conocimiento y la cultura del vino.
Una propuesta por semana
“Esta es una oportunidad, como son bodegas que no son muy conocidas, la gente tiene la tendencia a no arriesgarse mucho, entonces termina comprando lo mismo. Por eso, es una ocasión para que la gente pueda probar el vino antes de una botella”, indicó Alessandra Spicchi al explicar la propuesta de“La rueda de la semana”.
El proyecto, impulsado como parte del emprendimiento, busca ofrecer dos variedades de vino diferentes por semana, que se acompañan con un maridaje que va acorde a la bebida.
“Queremos apoyarlos porque las grandes bodegas acaparan el mercado y requieren un impulso. Estas bodegas tienen una producción superlimitada y tienen que batallar con varias cosas. Por eso, me parece importante que los bolivianos conozcamos más lo nuestro y apoyemos”, añadió.
En La Rueda, la oferta principal se enfoca en la degustación de vinos, que llegan de bodegas que, según Spicchi, han “optado y apostado por la calidad”.
“No es impulsar una empresa por ser boliviana, hemos hecho toda una selección viendo también la calidad, porque estamos convencidos que si el mercado exige calidad, les damos calidad”, añadió.
Junto a los vinos que son parte de la “Rueda de la semana” se entregan fichas técnicas en las que se detallan los maridajes que se pueden acompañar con el vino, pero también las características del producto.
“La rueda de la semana genera retroalimentación, les hacemos conocer si gustan los vinos o qué detalles destacan”, añadió Pelaez.
La Rueda Bolivia persiste en su objetivo de conocer otros vinos que no sean los que comúnmente se conocen y, además, lleva a experimentar.
“El vino cada año es diferente, de la misma bodega, la misma vid da diferente. Siempre experimentas cosas nuevas”, dijo Spicchi.
SEPA MÁS
- Una inversión a largo plazo
La Rueda Bolivia también trabaja con empresas de chocolate boliviano, que ofrecen chocolate con diferentes porcentajes de cacao. Quienes llegan al local pueden probar una muestra del cacao, que es considerado uno de los mejores a nivel mundial.
- Degustación “a ciegas” con los singanis
En el emprendimiento, también se ofrecen singanis que se elaboran en bodegas bolivianas, por lo que se degusta “a ciegas” con el afán de descubrir más detalles en el sabor del producto.
Los singanis que se ofrecen no están a la venta en los supermercados.