Corrupción y control de la información
Nos acercamos implacablemente al día de las truchas y mal habidas elecciones primarias del 27 de enero en un contexto de absoluto control político de la información y agitado mar de corrupción que ha desmoronado al Gobierno. La intención es clara, crear ciudadanos castrados, eunucos, impotentes, incapaces de percibir las fechorías que este mal gobierno ha instituido.
El poder tiene una tendencia casi genética sobre el control de la información. En cualquier sociedad bajo cualquier régimen, los periodistas y la prensa son considerados problemáticos, especialmente cuando no bajan la guardia y cumplen su misión de informar libres de presiones, de forma plural, cuando fiscalizan de cerca los actos de gobernantes, denunciando malversaciones, corrupción, actos inmorales.
Los gobernantes se afanan por controlar políticamente al periodismo y los medios, a través de diferentes mecanismos, como la asfixia económica, la violencia contra periodistas y medios y, quien creyera, al más puro estilo neoliberal, estableciendo imperios mediáticos gubernamentales, oligopolio, un trust de informaciones mentirosas (fake news), en el que este año electoral el presidente Morales, gastará la friolera de 527 millones de bolivianos.
Se habla engañosamente de la prohibición de “conformar, de manera directa o indirecta monopolios u oligopolios” (C.P.E, Art. 107 Inc. III) mediáticos, en la intención de evitar la concentración de ellos en pocas manos o mejor en una sola mano, así como el direccionamiento de la comunicación pública en favor de la tendencia oficialista.
– La administración estatal es dueña del canal de televisión Bolivia TV, que cuenta con otros tres satélites televisivos, uno dizque de TVCulturas, otro de TVdeportes, otro denominado Abya Yala. Estos cuatro medios cubren todo el espectro boliviano. Tienen alcance internacional y están las 24 horas del día al servicio de la propaganda oficialista.
– El Estado también es dueño del periódico Cambio, de tiraje nacional, con millonaria infraestructura, nuevas rotativas, tecnología digital de punta.
– De manera directa o indirecta invierte en casi medio centenar de periódicos semanales que se publican principalmente en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, Tarija, Pando, Beni organizados en una Asociación de Medios Alternativos de Bolivia, AMAB.
– Una radioemisora estatal Radio Patria Nueva (Antes Illimani), de alcance nacional, a la que el Gobierno ha dotado de nuevo equipamiento.
– Directa o indirectamente sostiene económicamente a unas 120 radios comunitarias, encabezadas por radio Kawsachun Coca, establecida en el Chapare, muchas de ellas en conexión con Radio Patria Nueva, al margen de una treintena de Radios de Pueblos Originarios, centralizada en RPO’s Digital, costeadas íntegramente por el ministerio de Comunicación.
Esa cantidad de medios afines al Gobierno, adolece sin embargo de calidad, no logran cautivar a lectores u oyentes. Son medios propagandísticos del Gobierno, por lo tanto de poca credibilidad informativa, aunque de mucha utilidad para fines propagandísticos del oficialismo.
El autor es periodista
Columnas de JAIME D’MARE C.