Entre voto útil, voto unido y voto inútil
Tal como va la situación política del país en el sentido que las elecciones generales están fijadas para el próximo 18 de octubre ya empiezan a surgir varias probabilidades de que candidatos presidenciables estarían con mejor opción para ganar esas justas electorales.
En las elecciones fallidas y fraudulentas de octubre del año pasado, predominó en la mayoría de la población el voto útil por el mejor posicionado para hacer frente al huido Evo Morales y al Movimiento al Socialismo (MAS), que en este caso fue por Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC), que recibió un gran respaldo del voto ciudadano para sacar al Gobierno despótico y autoritario del MAS. Hoy la coyuntura política marca otro escenario y muy distinto a ese entonces.
Con otros actores políticos, como es el caso de la actual Presidenta transitoria, Jeanine Áñez, candidata de Juntos, Luis Fernando Camacho de Creemos, Luis Arce Catacora del MAS y Jorge Quiroga de Libre-21, las fichas del tablero electoral dieron sin duda alguna un giro de 180°.
Aunque muchos analistas, políticos y en especial Carlos Mesa de CC señalen que la candidatura de Jeanine Áñez es antiética y no lo quieran aceptar, sin duda que esa postulación le ha disminuido un gran respaldo al mesismo, especialmente en el oriente.
Si Carlos Mesa no quiere verse más “de lejos” que “De cerca” de la población votante en los próximos comicios electorales, no le queda otro camino que hacer una alianza con una representación política oriental del país. Aunque para muchos, pueda parecer una propuesta “jalada de los pelos”, la realizada hace poco por el actual ministro de Gobierno, Arturo Murillo, de hacer un solo frente entre Juntos y CC, sería un gran paso para evitar la dispersión del voto que indirectamente favorecería al MAS.
El voto unido de los opositores al MAS debe prevalecer para las elecciones generales. Creer que cada uno yendo por su lado, logrará derrotar al masismo que tiene un voto leal y cerrado de aproximadamente el 30% del padrón electoral, será matar la salud y la democracia en el país, lo cual además se convertiría en un voto inútil.
Lo ideal es que Áñez, Mesa, Camacho y Quiroga hagan un solo bloque para enfrentar al MAS y que en primera vuelta lo derroten de manera contundente, sin posibilidades de que pueda reaccionar. Además, ese es el pedido clamoroso de una gran mayoría de la población que luchó entre octubre y noviembre del año pasado.
Ninguno de los candidatos opositores al MAS tiene que darse por ganador de manera anticipada y mucho menos sin consolidar el voto unido que tanto pide la gente. Hacer oídos sordos a dicho pedido es como si quisieran gobernar “sin escuchar al pueblo”. Aún están a tiempo para dejar a un lado sus posturas individuales y pensar que está en juego el futuro de nuestra democracia que quedó mal herida después de casi 14 años.
El candidato opositor al MAS que no quiera hacer un solo bloque o frente para ganarle en la primera vuelta electoral al partido político de Evo Morales, simplemente estará demostrando que es un candidato presidencial funcional o “tonto útil” para el masismo y que sus discursos contra esa tienda política no fueron más que una alocución de engaño electoral.
También se habló de otro posible bloque conformado entre Quiroga y Camacho, pero ambos tienen poco porcentaje de apoyo electoral, por lo que votar por ellos también sería un voto inútil. No les queda más que llegar a sumarse a ese gran bloque de mayor peso que pueden tener Áñez y Mesa o, por último, desistir de sus candidaturas para bien de nuestra democracia que está en estado de coma, no solo por los políticos de turno sino también por el coronavirus.
La nueva fecha de elecciones, el 18 de octubre, tendría que servir mucho a todos los candidatos presidenciables para replantear sus ofertas electorales con un enfoque especial en salud y cómo lograr recuperar nuestra alicaída economía. Temas que son de principal interés de la población.
El autor es comunicador social
Columnas de JUAN CARLOS FERREYRA PEÑARRIETA