Las finanzas y la salud
Todos queremos tener una buena salud, pero sabemos que en algún momento de nuestra vida nos vamos a enfermar. Enfermarse en muchos países significa que uno tiene que hacer los gastos para curarse. Esto puede desestabilizar las finanzas en muchas familias.
La salud es uno de los componentes más importantes de la vida humana; sin embargo, muy pocos países lo incluyen en su planificación. En los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) está el ofertar salud universal a la población en los servicios que se requieren, con calidad y sin provocar dificultades financieras (Objetivo 3.8). En América del Sur, la cobertura de salud está muy baja teniendo a Uruguay con la cobertura más alta de alrededor del 35% de su población, seguidos por la Argentina con 34%. Bolivia está entre los países con menor cobertura, con 8% de la población con un seguro de salud. Esto contrastado con la capacidad de ahorro de la población que está entre el 5-10% del total ganado, es muy poco para cubrir los gastos de salud, lo que puede desestabilizar las finanzas familiares.
Una cirugía común en Bolivia, por ejemplo, de apéndice, puede costar un promedio de 2.000 dólares americanos. El pago de esta cirugía puede significar el ahorro de 8 años de una persona que gana el sueldo mínimo. En Bolivia, por lo menos el 26%-30% de los gastos de salud son pagados del bolsillo del individuo. En Bolivia, un promedio del 15%-20% de la población entra en la pobreza después de una cirugía u otros gastos médicos. Es por ello la urgencia de pensar en la salud como uno de los componentes importantes de la vida humana e incluir las enfermedades más prevalentes en los paquetes de salud ofertados por el Gobierno.
Columnas de KATHYA CÓRDOVA POZO