Juez declaró el caso de feminicidio de Getrudes en reserva
La Justicia declaró ayer en reserva la investigación que lleva adelante por el feminicidio de Getrudes Arispe (35), esto a pedido de la Fiscalía, considerando que existe “un avance” en la captura de Edwin C., el principal sospechoso del crimen.
El fiscal Edson Orellana determinó la aprehensión de una mujer de 28 años después de tomar la declaración informativa por más de cuatro horas.
“Se ha solicitado al juez cautelar a fin que se declare en reserva (el caso), considerando las diferentes actuaciones e investigaciones que está realizando el Ministerio Público conjuntamente con la Policía”, indicó el fiscal Orellana.
Aunque el Ministerio Público no quiso brindar detalles al respecto, la familia de la víctima asegura que se trata de la coautora y que fue vista en varias oportunidades en la vivienda de Getrudes, señalando que se trataba de la expareja de Edwin C., con quien también tenía hijos.
De acuerdo a la autopsia de ley, la víctima murió el día en el que fue reportada como desaparecida (28 de noviembre) por asfixia y varios golpes en el cuerpo.
La Policía sospecha que tres hijos que tiene el hombre con otra mujer, que son menores de edad, presenciaron el crimen o, por lo menos, la pelea. La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia toma las declaraciones de todas las personas implicadas en el caso, incluso los testigos.
Antecedentes
El 28 de noviembre, Getrudes tuvo una pelea con su expareja, Edwin C., cerca de una plazuela en la zona de Tirani, al norte de la ciudad de Cochabamba.
Según algunos testigos, tras la disputa, el hombre abordó su motorizado, pero Getrudes llegó a sostenerse de la puerta, por lo que fue arrastrada algunos metros, hasta que finalmente abordó el vehículo para alejarse con rumbo desconocido.
Desde entonces, la que era madre de cinco hijos nunca más apareció con vida. Las comunarios y familiares la buscaron por más de siete días, hasta encontrar su cuerpo inerte en el barranco, cerca de la carretera a Santiváñez.
El miércoles, los allegados la enterraron en el cementerio de Tiquipaya, donde le dieron el último adiós, pero además exigieron a la Policía dar con el autor del crimen.