Irán sorprende a Gales en emotivo alargue
Irán, a la que no pocos daban por desahuciada tras ser goleada por Inglaterra (2-6) en su debut, sorprendió ayer al derrotar por 2-0 a la Gales de Gareth Bale, en el partido de la segunda jornada del grupo B del Mundial de Catar, que el equipo que dirige otro exmadridista, el portugués Carlos Queiroz, resolvió en la prolongación.
Dos goles de Rouzbeh Cheshmi (53’ ST) y otro de Ramin Rezaihan (56’ ST) le dieron una merecida victoria a Irán sobre Gales, que jugó desde el 41 del complemento con un jugador menos, por la expulsión de su portero, Wayne Henneseey —el primer excluido del Mundial— y en la que a Bale, cinco veces ganador de la Liga de Campeones con el Real Madrid, se le aguó su récord de internacionalidades, que elevó a 110 en el estadio Ahmad Bin Ali de Al Rayyan.
Queiroz llegó al Mundial envuelto a todo tipo de polémicas ajenas a su voluntad y relativas a las revueltas internas de Irán, que se incrementaron cuando, en el primer partido, sus jugadores decidieron no cantar su himno nacional. Algo que sí hicieron esta vez antes de enfrentarse a Gales a vida o muerte.
El ex técnico madridista, que había advertido en la previa de que “esto no es como empieza, sino como acaba” efectuó cinco cambios con respecto al equipo que cayó goleado por Inglaterra (6-2) el pasado lunes. El del lesionado portero Beiranvand, por el que entró Hosseini —que lo sustituyó casi al principio del choque contra el equipo de los Tres Leones— estaba cantado. Y destacó la entrada en el once titular de Sarder Azmoun, del Bayer Leverkusen alemán, convocado por el portugués tras resistir a las presiones del régimen de Teherán, que solicitaba el veto del mismo por manifestarse públicamente en contra del asesinato Mahsa Amini.