María Eugenia Ordoñez: “La moda debe potenciarte”
La versatilidad de María Eugenia Ordóñez Calvimontes se refleja en su capacidad para equilibrar su carrera como ingeniera industrial con su pasión por la moda y la autenticidad con la que construyó una comunidad en redes sociales a partir de su blog. Su estilo, marcado por la creatividad, la sensibilidad estética y una profunda conexión con su historia personal, la convirtieron en una fuente de inspiración para muchas mujeres que buscan expresarse a través de lo que visten.
Conocida en sus inicios como Lucky Brunette, María Eugenia recuerda, en una entrevista con la Revista OH!, que comenzó compartiendo sus outfits y consejos de estilo en una época donde exponerse en redes sociales aún no era común. Y, actualmente, se ha consolidado en el mundo digital como una guía cercana y sincera sobre cómo encontrar un estilo propio.
- ¿Qué fue lo más difícil de comenzar a exponerte en redes sociales y cómo lograste superarlo?
- Lo más difícil fue perder la vergüenza. Al menos en Bolivia, solemos tener mucho temor al “qué dirán”. Mostrarte, salir del molde, especialmente cuando estudiaste una carrera ajena a este mundo, genera inseguridad. En ese entonces, el trabajo en redes no estaba tan normalizado como ahora, así que vencer ese miedo fue mi primer gran reto.
- Tus primeros pasos en redes fueron bajo el nombre de “The Lucky Brunette”. ¿Cómo surgió ese seudónimo?
- Empecé como Lucky Brunette porque me daba vergüenza usar mi nombre real. En ese tiempo estaba muy de moda The Blonde Salad de Chiara Ferragni, así que me inspiré en ella. Siempre me consideré una “morena con suerte” y quise reflejar eso en mi apodo, poniéndolo en inglés para que tuviera más impacto.
- ¿Desde pequeña ya tenías ese interés por la moda?
- Sí, aunque no necesariamente me vestía diferente, siempre tuve el deseo de probar, combinar y crear. Me encantaba que mi mamá me mandara a hacer vestidos, usar sombreros y cintas que combinaban con mi ropa. Ella influyó mucho en mí. De niña la acompañaba a la costurera y miraba revistas para elegir diseños. Más adelante, yo misma empezaba a personalizar mi ropa, bordando o pintando mis pantalones para que se vean distintos.
- A pesar de tu pasión por la moda, decidiste estudiar ingeniería industrial. ¿Por qué tomaste ese camino?
- No me arrepiento de esa decisión, para nada. La ingeniería industrial me abrió muchas puertas y expandió mi mente. Es una carrera que te da herramientas para aplicarlas en distintas áreas: procesos, liderazgo, marketing... Estaba entre estudiar cocina, moda o esta carrera, pero como soy la única hija mujer entre cuatro hermanos, era complicado irme a estudiar afuera. Entonces, opté por lo que más me llenaba en ese momento, y fue una gran decisión.
- ¿Te especializaste en marketing o lo aprendiste en el camino?
- No me especialicé formalmente, pero en la universidad tuvimos varias materias relacionadas. Tuve un profesor que me hizo amar el marketing, su manera de enseñarlo fue única. Desde ahí me interesó mucho y comencé a aplicarlo en redes. Luego, fue prueba y error: a veces editas un contenido durante horas y no funciona, y el que subís sin expectativas es el que se vuelve viral. Así es este mundo.
- ¿En qué momento comenzaste a crear contenido en redes sociales?
- Tenía entre 24 y 25 años, justo cuando estaba saliendo de la universidad. Era joven y estaba explorando nuevas formas de expresarme.
- ¿Cómo definirías tu estilo personal hoy en día?
- Me gusta captar las tendencias, pero siempre adaptándolas a mí. Creo que la moda debe potenciarte. A veces soy más boho, otras más moderna, pero siempre con muchos accesorios y capas. Encuentro lo que resalta mis fortalezas y me ayuda con las inseguridades. La moda es una herramienta poderosa.
- ¿Alguna tendencia que juraste no usar y luego terminaste amando?
- ¡Los pantalones a la cadera! Siempre dije que no volvería a usarlos porque crecí creyendo que deformaban la figura. Mi mamá me advertía sobre eso. Cuando regresaron, me costó animarme por lo reveladores que pueden ser, pero al final, les agarré el gusto... con moderación, claro, porque ahora los diseños no son tan extremos como antes.
- ¿Tienes otra vocación además de la moda y la ingeniería?
- ¡Cocinar! Me encanta, especialmente la pastelería. Quise estudiar para chef, pero no lo hice. Sin embargo, gracias a YouTube y a todo lo que vi de mi mamá cocinando, me animé. Ella siempre nos preparaba cosas increíbles, como tortas con muñecas en el centro. Ahora, soy yo quien le hace las tortas a ella.
- ¿Cómo ha evolucionado tu estilo desde que comenzaste hasta hoy?
- Siempre tuve claro qué me gustaba ponerme, pero al principio podía aceptar cosas que no iban conmigo solo porque una marca lo pedía. Ahora soy más firme. Ya no soy tan joven y eso me ha dado seguridad. Sé qué me queda bien, qué va conmigo y qué no. No me dejo llevar por lo que no representa mi esencia.
- ¿Cómo manejas los comentarios negativos en redes sociales?
- He tenido mucha suerte. No comparto mucho de mi vida personal, así que eso limita las críticas. Nunca he recibido comentarios ofensivos sobre mi cuerpo o vida privada. En TikTok, donde la gente opina más libremente, me han dicho que no les gustó un look, pero eso es parte del juego. La moda es subjetiva y agradezco la interacción.
- ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere encontrar su estilo personal y no sabe por dónde empezar?
- Que se animen. Vayan a una tienda y prueben cosas que jamás pensarían usar. A veces vemos algo en Pinterest y creemos que no es para nosotras, pero al probártelo te das cuenta que sí te queda bien. El espejo es tu mejor aliado. Solo así sabrás qué te gusta. Como con la comida: si no la pruebas, nunca sabrás si te gusta.