Contaminación ambiental: cómo reducir los riesgos
Los constantes incendios en el país y en la región han provocado que la calidad del aire llegue a niveles extremos, ocasionando que se opte por modalidades virtuales para las clases en los colegios o la sugerencia del uso de barbijo en espacios abiertos. La alarma creció cuando la profesional de salud ocupacional Laura Flores dio a conocer que estar al aire libre por 30 minutos equivalía a consumir 400 cigarrillos.
La especialista hizo referencia a los valores que se registraban en la primera semana de septiembre en Paraguay, región que también está siendo afectada por los incendios. “Los valores están altísimos. Tenemos dos factores superagresivos para la salud respiratoria: tanto el material particulado 2,5 como el monóxido de carbono. Necesitamos la lluvia para limpiar todo esto. Tenemos varios focos de incendio. Recuerden que, al estar expuestos 30 minutos, es como fumar 400 cigarrillos. Es crítica la situación”, respondió en una entrevista con un medio paraguayo.
La situación puede parecer lejana, pero los valores de ese periodo de tiempo se asemejan a los que se tuvo en el país, que pasó varias semanas con el cielo cubierto y opaco a causa del humo proveniente de las zonas que se incendian.
Las consecuencias inmediatas son las complicaciones que pueden presentar los grupos de riesgo: niños, ancianos y personas con enfermedades de base.
El humo y la alta contaminación ambiental pueden provocar casos de infarto agudo de miocardio, accidente cerebro-vascular, alergias, rinitis, infecciones respiratorias, enfermedades cardíacas y cáncer de pulmón.
Por lo mismo, lo más recomendable es el uso del barbijo en espacios abiertos y también evitar el ejercicio al aire libre.
Esas son actividades paliativas que pueden ayudar a una preservación de la salud, pero hay otras acciones que se pueden tomar en casa y que ayudarán a reducir los efectos negativos.
Opciones
Lo más recomendable en este tipo de situaciones extremas es permanecer en casa con las puertas y ventanas cerradas, lo que evitará que el humo se concentre también al interior de la vivienda.
Una de las sugerencias se centra en el uso de purificadores de aire portátiles que pueden eliminar del aire un componente del humo: las partículas de humo pequeñas pero sólidas. Un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances revela que son muy poco eficaces a la hora de eliminar otros componentes del humo llamados compuestos orgánicos volátiles, según se publica en el portal National Geographic. Algunos de ellos son tóxicos, mientras que muchos otros pueden causar irritación y dificultades respiratorias.
Incluso si no has estado expuesto personalmente al humo de los incendios forestales, es probable que estés familiarizado con estos compuestos volátiles: son los compuestos olorosos y difíciles de eliminar que te cubren la piel, cabello y ropa después de haber estado sentado cerca de una hoguera o dentro de una habitación llena de humo.
Los componentes volátiles del humo son inesperadamente persistentes, apunta el científico atmosférico Jienan Li, de la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos). “Hemos descubierto que penetran profundamente en diversas superficies de la casa, desde donde siguen emitiéndose durante muchas horas, días y a veces incluso semanas”.
Dada la velocidad a la que se siguen liberando los volátiles, los mejores purificadores de aire portátiles probados en el experimento habrían necesitado limpiar el aire unas 20 veces más rápido para mantener el ritmo, dice Li. “Aunque funcionan bien con las partículas, creo que aproximadamente cuatro de cada cinco purificadores de aire portátiles no son ni de lejos tan eficaces con los volátiles. Y, en cuanto apagas el purificador, las concentraciones de volátiles vuelven a subir”.
Afortunadamente, dice la investigadora principal Delphine Farmer, también de la Universidad Estatal de Colorado, existe una forma sencilla y asequible de reducir estas emisiones inesperadas de las superficies, que consiste simplemente en quitar el polvo, pasar la aspiradora y fregar.
La limpieza del hogar es clave para reducir este tipo de compuestos, de acuerdo a lo que se señala se requiere de productos de limpieza que puedan eliminar las sustancias.
Quitar el polvo, aspirar y luego limpiar con una solución consistente en agua, fosfato trisódico y un limpiador comercial multiusos a base de agua funciona muy bien.
Si bien la limpieza de superficies es donde más se concentra la atención, no se debe olvidar las paredes y los techos porque allí también pueden quedar algunos restos volátiles del humo.
De todas maneras, se advierte en este sentido que se debe tener cuidado con el uso de productos de limpieza a base de cloro o muy perfumados, que probablemente liberarán algunos volátiles propios y también pueden interactuar con los volátiles del humo para crear gases nuevos e igualmente desagradables.
Renovación de aire
Uno de los aspectos a considerar en los espacios laborales, principalmente es la renovación de aire. De acuerdo a la especialista paraguaya, se debería contar con un sistema que se encargue de esto; sin embargo, ante la falta de aparatos de este tipo, se puede optar por humidificadores que ayudarán a que las partículas de humo caigan.
En el hogar o en el trabajo, se puede optar por humidificadores que ayuden con el control en las habitaciones o algunos espacios como la sala porque son lugares que se ocupan con mayor frecuencia.
En caso de no contar con un aparato humidificador, se puede optar por hervir una olla grande con agua y alguna planta antiinflamatoria.
Para los ojos
Los ojos también resultan afectados. Muchas personas que se exponen diariamente a un ambiente altamente contaminado pueden presentar irritación, por lo que médicos expertos consideran necesario el uso de lágrimas artificiales.
En su defecto, se puede optar por usar compresas de agua que ayuden a combatir la irritación. No es adecuado usar gotas que tienen componentes antibióticos para este tipo de casos.
Los médicos e investigadores establecen que se pueden reducir las consecuencias con acciones certeras que mejoren la calidad de aire; sin embargo, lo más adecuado es que cuando el nivel de contaminación alcance niveles peligrosos se opte por permanecer en casa, usar barbijo y beber mucha agua.