El Tunari tiene 3.700 nuevos plantines de seis especies nativas
Con el lema “Plantamos vida con energía”, ayer se llevó adelante una de las mayores campañas de forestación del Parque Nacional Tunari, impulsada por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) con el apoyo de 600 voluntarios de la facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
Como resultado, ahora el Tunari tiene 3.700 nuevos plantines en 5,3 hectáreas, en la comunidad de Molle Molle, en El Paso, cerca de la planta hidroeléctrica de Misicuni.
Las especies fueron seleccionadas en coordinación con el director del Parque Nacional Tunari, Héctor Bejarano. Se eligieron seis: molle, chacatea, retama, acacia salvaje, waranway y kiswara.
“El Parque Tunari para los cochabambinos es agua y por eso tenemos que cuidarlo, preservarlo y hacer la conservación. Estas jornadas de reforestación permiten tomar conciencia de la importancia del área protegida. Coordinamos las especies para que sean nativas y no exóticas, que en algunos casos consumen mucha agua y provoca que el suelo erosione”, declaró Bejarano.
Al respecto, Ivana Cueto, responsable de Medio Ambiente de ENDE, señaló que el objetivo es cuidar el medio ambiente. La empresa aportó con 3.300 plantines y la Alcaldía de Quillacollo dio 1.000, sin embargo, una vez que llegaron las plantas, muchos comunarios del lugar acudieron hasta la zona para llevarse unas cuantas a sus hogares.
Hasta el lugar también llegó el alcalde suplente de Quillacollo, Zacarías Jayta, junto al concejal Plácido Molina para colaborar con la actividad.
“Estamos seguros que estos plantines con el tiempo crecerán y contribuirán a preservar nuestro Parque Tunari y el medio ambiente”, declaró Jayta.
TERCERA ZONA DE REFORESTACIÓN
Los trabajadores de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) reforestaron ayer la tercera zona que seleccionaron para esta actividad y la segunda que se realiza en el Parque Nacional Tunari.
Las dos campañas anteriores se realizaron en Cotapachi, cerca de la laguna Quenamari, al sur del municipio de Quillacollo. Luego, otra en Linkupata al noreste de Tiquipaya, según comentó Ivana Cueto, responsable de medio ambiente de ENDE.
“La época que nos planteamos hacer esto siempre es a fin de año, aprovechando la temporada de la lluvia, no podemos hacerlo después de febrero. Invitamos a que más voluntarios nos sigan apoyando”, declaró.