Los decretos de mayo y el síndrome holandés
Han pasado 10 años y el Gobierno no quiso aceptar que la economía estaba empezando a presentar serios desajustes con un fuerte desequilibrio en la balanza comercial, que implicaba una disminución del valor de las exportaciones que no compensaba el valor de importaciones, a pesar de una importante disminución de esos bienes importados desde el 2015, cerca de un 17 por ciento con relación a la gestión anterior. Los decretos que se promulgaron este 1° de mayo reflejan que Bolivia tiene el síndrome holandés, que también es conocido como mal holandés o enfermedad holandesa, que se le asigna a las consecuencias dañinas provocadas por un aumento significativo en los ingresos en divisas de un país y la apreciación de su moneda.
Los siete decretos promulgados buscarían dar soluciones a ese problema, incluyendo el aumento salarial austero y sin realizar ajustes cambiarios en la economía boliviana. Los mismos van desde restricciones a feriados, a la importación de bienes transables que no contribuyan a la base productiva del país y el control administrativo de bienes y servicios. Por ejemplo, uno de los decretos establece que no todos los feriados podrán ser trasladados de domingo a lunes para incentivar el turismo, así los feriados de Carnaval, Viernes Santo, Corpus Christi y 2 de noviembre (Día de los Difuntos), como una señal de que deben disminuir los gastos menos prioritarios en una economía enferma. Menos cruceros y viajes de recreación en el exterior.
Por su parte, el decreto supremo que establece modificaciones al Decreto 0181, aprobado el 28 de junio de 2009, se refiere a las normas básicas del sistema de administración de bienes y servicios, el mismo que trata de ajustar los errores del pasado que surgen en medio del ¨boom económico¨. Esto es reconocer tácitamente que hubo un mal uso de los recursos financieros, como el caso del Fondo Indígena o los asignados a empresas como Camce y otros contratos dentro de la inversión pública realizados durante este tiempo. Ahora se espera corregir los sistemas de contratación, principalmente dejando sin efecto la Contratación por Excepción sin límite de monto, la Contratación por Emergencia y otros que han desvirtuado los mecanismos de control administrativo y han puesto en seria duda la gestión del gobierno en Bolivia. El cambio del Contralor de la República parece no ser una casualidad, desde esa perspectiva.
En cuanto a permisos de importación de alimentos y bebidas es una medida de control directo sobre las importaciones lo que puede generar, mayor especulación y ocultamiento de productos.
El quinto Decreto promulgado por el presidente Morales, establece que el Ministerio de Desarrollo Productivo otorgará autorizaciones previas para la importación de productos. El plazo de estas autorizaciones será de 60 días hábiles a partir de la fecha de recepción de la solicitud. Se establece que esta normativa no se aplicará a las importaciones de menor cuantía y las importaciones originarias de los países de la Comunidad Andina. Las importaciones de la China deberían disminuir al ser las que más inciden en el desequilibrio de la balanza comercial de Bolivia.
Pocos decretos para concentrarse en combatir la enfermedad holandesa en un marco de austeridad y denuncias de corrupción, fue el regalo de este 1° de mayo para los bolivianos.
El autor es economista.
Columnas de LUIS PABLO CUBA ROJAS