Poder y matonaje en las elecciones de la UMSS
Nunca hubo, y lamentablemente en la actualidad tampoco hay, una propuesta para salir de la crisis y del enfrentamiento que en aquella oportunidad provocó el decretazo rectoral
El conflicto del pasado año que paralizó las labores en la universidad por el lapso de cuatro meses tuvo su origen en la decisión del entonces Rector (Waldo Jiménez) en coordinación con Juan Ríos, ejecutivo de la FUD y actual candidato a Rector, de titularizar a los docentes extraordinarios. Una decisión que en los hechos más que garantizar derechos de la mayoría de los docentes universitarios tenía un fin instrumental y maniqueo: continuar con el chantaje clientelar y la presión política a la masa mayoritaria de docentes para que se alineen y respondan a las opciones electorales de ambos personajes.
Por ello, la decisión (decretazo rectoral como fue conocida) fue en contra de la normativa establecida para la titularización de los docentes extraordinarios y, sobre todo, en contra de grupos de estudiantes y docentes que veían en la decisión rectoral un mecanismo burdo de reproducción política. La extensión del conflicto y la explosión de hechos de violencia en la comunidad universitaria finalmente logro que el conflicto se ventile y resuelva en el espacio público.
A lo largo del conflicto, los docentes de la UMSS fueron vistos por los estudiantes y ciudadanía en general como personajes que no aceptan dar examen para ingresar, afirmarse y ser reconocidos como académicos universitarios. El entonces Rector y Juan Ríos optaron en aquella oportunidad por la imposición de la decisión a través del uso instrumental de sus aparatos políticos en el Consejo universitario y, el disciplinamiento y matonaje generalizado en los ambientes de la universidad.
Nunca hubo y, lamentablemente en la actualidad tampoco no hay, una propuesta para salir de la crisis y del enfrentamiento que en aquella oportunidad provocó el decretazo rectoral. No hubo ni hay interés de poner en debate y real dimensión el asunto de la titularización de los docentes extraordinarios. Ayer como hoy priman los intereses de grupo y el fundamentalismo autoritario que derivó en hechos de violencia y, hoy se extienden en la indignación generalizada en torno al estatuto y la situación de los docentes universitarios.
La estrategia que siguieron las autoridades para resolver el asunto fue simple y, a estas alturas, cínica: apostando al desgaste de los “alzados” por tiempo se han dedicado a “limpiar” los supuestos escollos que traban el fluir de sus decisiones (derrotar y sacar del esquema a los grupos de estudiantes y docentes que se oponen a sus prácticas). Es simple puesto que apuestan a reconfigurar la correlación de fuerzas, no de promover la reforma universitaria y, menos todavía, la transformación de la UMSS. Por ejemplo, entre las candidaturas que emanan de estos grupos, no se percibe una propuesta que permita recuperar la dignidad de los docentes universitarios puesta en vilo en la opinión pública. Cínicamente mencionan que los responsables del descrédito de la UMSS son los estudiantes y “algunos” docentes catalogados de “troskistas” u otros calificativos cuyo fin es la denigración y descalificación anticipada.
Este estilo de hacer política sustentada en el matonaje de docentes y estudiantes, la abierta irresponsabilidad para el tratamiento de los temas y asuntos universitarios y, la preeminencia de las negociaciones entre grupos corporativos, es el que pretende continuar y asentarse en forma definitiva. Ambos personajes como principales gestores de los grupos de poder que anidan en la UMSS y que en la actualidad lidian por el Rectorado, no visibilizan otras formas de hacer gestión y política universitaria. Amparados en sus estructuras sedimentadas de influencias y ejercicio fáctico de estructuras de poder buscan tan sólo imponer “contra viento y marea” su actual modelo y esquema de gestión y control instrumental de la UMSS.
El autor es politólogo. presidente del Colegio de Politólogos de Cochabamba. docente de la UMSS.
Columnas de FERNANDO L. GARCÍA YAPUR