La paz en Gaza, un camino difícil
Las celebraciones que marcaron el acuerdo entre Israel y Hamás para una tregua en Gaza luego de 15 meses de guerra, desde el 7 de octubre de 2023, con un buen augurio del éxito del pacto. Sin embargo, se trata de un convenio frágil y condicionado que en cualquier momento puede romperse. En todo caso es una luz de esperanza en medio de tanta confrontación.
El acuerdo que debe arrancar este domingo 19 de enero es el resultado de arduas negociaciones y un enorme costo de vidas humanas que ha dejado el conflicto bélico.
El plan contó con la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos. Se dice que este último país desplegó un trabajo intenso de los equipos del presidente Joe Biden y del presidente electo Donald Trump.
Según el propio Biden, el acuerdo contempla tres fases hacia la paz y cada una es dependiente de la primera.
La tregua arranca con el alto el fuego y la reconstrucción de Gaza. En seis semanas Israel debe liberar a los prisioneros palestinos a cambio de la libertad de 33 rehenes del ataque de octubre, cuando inició la confrontación.
Se espera que esta medida permita el retorno de 2,3 millones de habitantes de Gaza que tuvieron que abandonar sus hogares por la devastación de los ataques.
La segunda fase, que tendría que iniciarse el día 16 de la tregua, plantea un final de la guerra. Además, se espera que Hamás libere a los rehenes y entregue a los fallecidos.
La tercera fase es la reconstrucción de Gaza y su administración. Es uno de los puntos más álgidos de la tregua por las dudas que existen sobre quién asumirá el control.
Por un lado, Israel pretende mantener el mando de la seguridad de Gaza y por otro lado, Hamás quiere administrar el territorio para que gobierne la Autoridad Palestina. Es un aspecto que no está resuelto y en el cual los países mediadores continúan trabajando.
Es difícil vaticinar cómo aportará este acuerdo para lograr una paz duradera en este espacio históricamente lleno de tensiones y disputas. Además, tampoco es la primera vez que se asoma la tregua sin que ésta fracase.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que esta vez el daño humano y material es catastrófico.
El recuento de los daños da cuenta que sólo el día del inicio de la guerra murieron 1.200 personas y más de 200 fueron tomadas como rehenes. En la ofensiva Israel se calculan más de 46 mil palestinos muertos y más de un millón de desplazados.
Por ahora todas las señales indican que se han dado los primeros pasos hacia la paz; pero, también de que se trata de un camino difícil y que apenas comienza. En todo ese recorrido será esencial el seguimiento y el acompañamiento de la comunidad internacional y de los países que han trabajado silenciosamente para lograr encaminar el conflicto hacia un horizonte de paz.