Las candidatas a judiciales fueron menos que en 2011 y 2017
La participación de las mujeres en las elecciones judiciales para optar los altos cargos en el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y Órgano Judicial bajó en los dos últimos procesos.
La responsable de Incidencia Política de la Coordinadora de la Mujer, Lucía Vargas, señaló que en 2011 hubo 57 por ciento de postulantes al TCP, en 2017 hubo 44 por ciento y este año la participación es de 32 por ciento
La poca participación de mujeres en el proceso de elecciones judiciales para altos cargos en el Órgano Judicial y en el (TCP se debe principalmente a la desconfianza en el proceso y en el mismo sistema de justicia y a la falta de garantías para impartir justicia, coincidieron Vargas y la abogada Mabel Antezana.
El proceso de elecciones judiciales actualmente se encuentra en la etapa de impugnaciones. En el TCP, por ejemplo, de 51 candidatos habilitados, 19 son mujeres. Hay departamentos, como Cochabamba, Pando, Beni y Santa Cruz, que no tienen una sola postulante y Potosí sólo tiene una.
Las listas departamentales, en el caso del TCP y del Tribunal Supremo Electoral (TSE), debe contemplar dos hombres, dos mujeres y un indígena entre ellos.
Mencionó que una de las causas es la falta de confianza en el proceso porque se da en un contexto de una profunda crisis política. “Se suman temas estructurales como el cuestionamiento al sistema de justicia, a la institucionalidad, la crisis del sistema judicial”, sostuvo.
Además, habló de barreras como el acoso y la violencia política, la doble jornada laboral y del trabajo del cuidado del hogar.
Expresó su preocupación y pidió a la Asamblea Legislativa Plurinacional viabilizar algún mecanismo para que se pueda revertir esta situación. Sobre el tema, la abogada Mabel Antezana consideró que uno de los factores para la falta de participación de la mujer en las elecciones judiciales es la falta de garantías para impartir justicia.
“Vivimos en un país en el que se ha sometido al poder judicial para cumplir los caprichos del poder ejecutivo, y en tanto no se revierta ese proceso y no existan garantías en cuanto a la libertad de actuación, no habrá muchos candidatos idóneos, y con esto me refiero tanto a hombres como a mujeres”, aseguró.
Advirtió que es importante destacar que la mujer no sólo debe estar preparada para afrontar grandes desafíos como el hacer prevalecer un criterio jurídico a la hora de justificar su decisión, también debe estar preparada para asumir un proceso penal en caso de que tome una decisión que no sea la esperada por el poder Ejecutivo.
“Por eso, las mujeres que estén capacitadas para ejercer cargos importantes se desanimen y prefieren continuar desarrollando funciones desde sus puestos de trabajo”, indicó.