La dinamita “estalla” en Bélgica
Erráticos, alejados de su mejor nivel y con una propuesta irregular, Bélgica ha cansado a sus aficionados, que desde hace una década, desde la irrupción de la “Generación Dorada”, sueñan con un título que se hace esperar y que ha terminado con su paciencia: exigen excelencia, no victorias a los puntos, y ya silban a sus jugadores, sorprendidos y decepcionados por la actitud de sus hinchas.
Nadie esperaba entre los hombres de Domenico Tedesco que, después de firmar la clasificación para los octavos de final, su público despidiera a todos sus hombres con una sonora pitada. El empate sin goles frente a
Ucrania, en otro duelo mediocre de Bélgica, sacó de quicio a una hinchada cansada de las expectativas que genera su selección y que luego se quedan en nada. La imagen, para algunos, fue desconcertante.
Una vez finalizado el encuentro, un grupo de jugadores de Bélgica se acercó a la grada donde estaban sus aficionados para saludar y fueron respondidos con abucheos y silbidos; Kevin De Bruyne reaccionó con una orden contundente dirigida a todos sus compañeros: todos al vestuario. (Efe).