En Cochabamba hay descontento y desinformación sobre las vacunas
Desinformación, descontento y pedidos de reposición de contratos de profesionales y trabajadores en salud marcan la antesala de la llegada de las más de 1.600 dosis de vacuna rusa Sputnik V a Cochabamba.
Desde el Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes) cuestionaron ayer la ausencia de un plan nacional masivo de vacunación y plantearon que se autorice la importación de vacunas para contener el rebrote de la pandemia de la Covid-19 en menor tiempo.
El secretario ejecutivo del Sirmes, Yury Lazarte, señaló que la cantidad de dosis que arribará en próximos días es insuficiente porque solo permitirá inmunizar a 800 profesionales y trabajadores en salud cuando en todo el departamento existen alrededor de 30 mil servidores que trabajan en el área.
“No hay un plan estratégico de vacunación elaborado por el Gobierno nacional, están improvisando. Incluso en un inicio se dijo que los primeros en recibir las dosis serían el presidente Luis Arce y los legisladores, cuando los que están en primera línea son médicos, enfermeras y trabajadores”, comentó.
Lazarte sostuvo que la falta de coordinación de las autoridades del Ministerio de Salud con las entidades que aglutinan a personal de salud generó malestar y aseveró que esta debilidad se puede superar con la conformación de una comisión que fiscalice la distribución de las dosis para que las vacunas lleguen a su destino.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores en Salud, Adalid Gutiérrez, dijo que no se pueden levantar listas porque se desconoce cómo se van a entregar los próximos lotes, pese a que hay interesados en ser inmunizados.
“No sabemos si va ir a la seguridad social, a los hospitales públicos o cómo se van a hacer las entregas, en marzo o abril”, precisó.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Yercin Mamani, informó ayer que se prevé que las dosis arriben este fin de semana y se priorizará la vacunación a salubristas que trabajen en terapia intensiva, posteriormente a profesionales que atiendan a pacientes internados con síntomas moderados de Covid-19.
Médicos y enfermeras de base ponderaron la propuesta del Sedes, pero temen que se demore la importación de más dosis para vacunar a todos los profesionales.
“La mayoría de mis colegas está de acuerdo en vacunarse. Lo que nos preocupa es que se están tardando mucho tiempo en entregar, mientras tanto aumentan los contagios y muertos”, expresó Gabriela Pérez, una enfermera.
Sedes recaba informe de interesados en vacunarse
El director del Sedes, Yercin Mamani, informó ayer que solicitó a los responsables de hospitales que cuentan con servicios de terapia intensiva e intermedia elaborar un informe con los datos de todos los profesionales interesados en se les aplique la vacuna rusa Sputnik V.
Entre esos nosocomios se encuentran el Norte, Sur, Viedma y Solomon Klein.
“Cada persona recibirá dos dosis por eso es que estimamos que solo se podrá beneficiar a 800. Se están levantando informes de los trabajadores que voluntariamente quieran aplicarse la vacuna. Resaltar que el Sputnik V se encuentra en fase 3 de ensayos clínicos y no fue aprobada por la Organización Mundial de Salud por eso su aplicación es bajo consentimiento informado”, remarcó.
Mamani aseveró que no se recomienda aplicar dosis a personas que ya han tenido coronavirus o están atravesando la enfermedad.
“Se reportó casos de hipersensibilidad, pero no está prohibido, menos en personas que tuvieron cuadros severos”, apuntó.
El director del Sedes añadió que la institución cuenta con cámaras frías para el almacenamiento y se está tomando previsiones para contar con un carro frigorífico para distribuir las dosis a provincias si el Gobierno nacional envía más lotes en próximos meses.
Asimismo, dijo que la cadena de custodia para el traslado de las vacunas, también está lista.