Cientos de familias comienzan la cosecha del “choclo tempranero”
Con alegría por la llegada de las lluvias que pone fin a los meses de sequía, cientos de familias productoras de maíz comienzan en diciembre la cosecha tradicional del “choclo tempranero” en los valles cochabambinos.
“Vamos a cosechar hasta fines de enero; este año se ha retrasado porque nos faltó agua entre julio y octubre”, indicó Armando Pérez, agricultor y dirigente del Sindicato Agrario Catachila Centro, una comunidad de Sacaba.
La población promueve desde hace 12 años la venta del productor al consumidor del choclo a través de una feria este 26 de diciembre.
Mencionó que en esta temporada se recolecta el denominado choclo “kinsa killero”, término quechua que se emplea para describir que la producción dura tres meses.
“La siembra empieza después de la festividad de la Virgen del Carmen. En julio ya cultivamos las variedades del choclo blanco, que se produce en cuatro a cinco meses. La cosecha se inicia el 1 de diciembre, a veces más tarde, depende de las lluvias”, acotó.
Armando, quien continúa con el cultivo del choclo como lo hacían sus padres y abuelos, explicó que la cosecha se da cuando choclo tiene “un olor característico” y el color de las hojas de las plantaciones del maíz cambia.
Riesgo
Aunque el crecimiento de la mancha urbana amenaza con hacer desaparecer las tierras productivas en la región metropolitana y del valle alto, cientos de agricultores continúan sembrando maíz en parcelas de 600 a 800 metros para alimentar a familias íntegras de la comunidad, como es el caso de Catachilla Central.
En un recorrido, se constató que esta actividad se complementa con la crianza de ganado para la producción de leche para elabora el delicioso quesillo del valle.
Las condiciones adversas obligaron a los agricultores a gestionar apoyo de la Alcaldía.
“Hemos apoyado con tuberías, pero nos faltan aún proyectos con riego por aspersión, atajados. También tenemos que abrir caminos para que traigan al centro los productos. Hubo nomás bastante producción, aunque hemos sufrido por la escasez y por la calor”, añadió la subalcaldesa de distrito rural de Chiñata, Angélica Aguilar.
Apoyo
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf), dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, brinda apoyo a los productores pequeños en Cochabamba a través del Programa Maíz que trabaja en la generación de nuevas variedades de semillas más resistentes a la sequía.
El responsable de la macrorregión valles de la institución, Félix Terceros, informó que el rol de la entidad es la generación, multiplicación y certificación de semilla de alta calidad para su comercialización.
“En los valles se produce generalmente el choclo waltaco, pero éste tiene una variedad como el precoz, el kulli, el morochito, el chicjchi. El comportamiento de la producción varía de acuerdo a los pisos ecológicos”, remarcó.
Terceros complementó que la producción de nuevas variedades más tolerantes a la sequía y a las enfermedades es por la falta de agua desde hace ocho años. Cochabamba produce 180 mil toneladas de maíz al año, según el Iniaf.