La coca machucada, una tendencia y una industria emergente
El “pijchu”, la práctica de mascar la coca, se remonta a tiempos ancestrales en Bolivia. Sin embargo, en el último tiempo se han presentado innovaciones, como la denominada coca machucada, que se puede encontrar en una diversidad de sabores.
Desde tiempos ancestrales la coca era consumida en su estado natural por los campesinos y en las minas con las creencias de la época. Hoy la coca machucada conquistó a más consumidores con sus nuevos sabores: el bico (bicarbonato) y la dulzura de la estevia.
Además, se ofrece coca con sabor a café, maracuyá, banana, anís, ron, whisky y muchos más, que son elaborados por los vendedores como si se tratará de un laboratorio científico. Luego, se golpean los puñados de hojas para suavizar y que sea más agradable para los consumidores. Ahora es común a las personas masticando la coca, con su bolo a un costado de la boca y en algunos casos acompañado de un cigarrillo.
Más datos
El sociólogo Fernando Salazar dijo que la coca machucada es parte del consumo legal de la hoja en Bolivia.
Además, es de las principales actividades tanto por el volumen de coca que se vende en el mercado nacional, como por el impacto económico que se tiene en cuanto a la generación de empleos indirectos de productores de hoja de coca de más de 130.000 familias, puestos de venta directa 6.423 puestos de venta (Digcoin, 2024) y más de 25 mil puestos de distribución (tiendas de barrio licorerías y puestos callejeros).
Destacó que la actividad genera “un mega mercado de consumidores con más de 2 millones de personas “pijchadoras” de hoja de coca (entre casual y regular), y uso ritual y medicinal de la de coca (INE, 2012 Estudio de Mercado legal de la coca)”.
Dijo que la coca machucada se puede considerar una industria de más de 500 marcas o empresa procesadoras, que cuentan con local, personal contratado o familiar, local, equipo y maquinaria, marketing local (letreros, afiches) y digital (manejo de redes).