OEA debate situación de la democracia en Venezuela
WASHINGTON |
La Organización de Estados Americanos (OEA) discutía hoy la situación de la democracia en Venezuela, en una sesión extraordinaria en Washington, cuya aprobación fue objeto de una votación que perdió la representación de Caracas, opuesta al debate.
El punto del día de la sesión del Consejo Permanente de la OEA, la presentación del secretario general Luis Almagro de un informe sobre la crisis política y económica en Venezuela, fue aprobado con el voto favorable de 20 países.
Una docena de países, incluida la representación de Caracas, votaron en contra, y otros dos se abstuvieron.
La situación en Venezuela está "alcanzando un punto crucial", dijo Almagro, al leer el documento ante los embajadores de los 34 países del foro continental.
Venezuela, acompañada de Nicaragua y Bolivia, se había opuesto a la presentación del informe de Almagro, tachando al diplomático uruguayo de ser "parte y juez" de un proceso contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, había dicho que con la sesión "se está dando un golpe de Estado en esta organización".
"Se pretender juzgar a un Estado miembro" de la OEA, afirmó.
En la sesión, los países del continente deberán realizar una "apreciación colectiva" para determinar si el gobierno venezolano cumple las normas democráticas fijadas en la Carta Democrática Interamericana, un documento vinculante que faculta a la OEA a actuar en casos de "alteración del orden constitucional" en un país miembro.
Una comisión del Parlamento venezolano, encabezada por su presidente, el antichavista Henry Ramos Allup, estaba presente en la sesión para presionar por la aplicación de la Carta Democrática.
¿Qué es la Carta Democrática Interamericana de la OEA?
La Carta Democrática Interamericana, que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, invocó para atender la crisis en Venezuela, es un mecanismo concebido en casos de alteración o ruptura del hilo democrático y constitucional en uno de sus Estados miembro.
Aprobada por los 34 países de la OEA el 11 de septiembre de 2001 en Lima, la Carta es "principalmente una guía para mejorar el funcionamiento de los sistemas democráticos", escribió en su preámbulo el entonces secretario general de la OEA, César Gaviria, avizorando una "nueva era" en el sistema interamericano.
A petición de varios países centroamericanos, la OEA intervino en la crisis institucional que se vivió en Nicaragua hacia el final del período de gobierno del presidente Enrique Bolaños (2002-2007).
Pero la Carta también prevé escenarios de "alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático" o de "ruptura del orden democrático" (artículo 19), en los cuales la OEA puede intervenir sin el consentimiento del gobierno afectado.
El caso más reciente de "ruptura" democrática fue Honduras tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009. Una Asamblea General extraordinaria del organismo hemisférico convocada poco después suspendió al país centroamericano por casi dos años, siguiendo el artículo 21 de la Carta.