Evo conduce su programa desde casa y expresa dificultades para recibir atención médica
El expresidente Evo Morales transmitió su programa dominical desde su hogar en el Chapare, tras haber sido declarado en rebeldía y recibir una orden de aprehensión por un caso de trata de personas.
Durante la emisión, Morales denunció que el Ministerio de Salud y otras instituciones habrían instruido a los médicos que no lo atiendan ni emitan certificados médicos en la región, obligándolo a recurrir a clínicas privadas.
"¿Qué clase de Gobierno tenemos? No entiendo realmente por qué se me prohíbe recibir atención médica. Quiero que el pueblo boliviano sepa hasta dónde llega el gobierno", manifestó el exmandatario en su programa difundido por la radio Kawsachun Coca.
Acompañado por Nelson Cox, delegado defensorial, y Juan Carlos Irahola, presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de Cochabamba, Morales habló sobre su estado de salud. Según explicó, enfrenta un cuadro de neumonía y bronquitis que lo incapacita para asistir a audiencias judiciales.
El exmandatario recordó que, tras una huelga de hambre, perdió 10 kilos, bajando de 85 a 75 kilos, y agradeció a los médicos de la alcaldía de Shinahota por su atención. Sin embargo, denunció que el Ministerio de Salud habría instruido a los médicos no viajar al Chapare para atenderlo. Según Morales, más de 40 neumólogos y 20 cardiólogos rechazaron asistirlo, lo que calificó como una "mala señal" del Gobierno.
A pesar de sus denuncias, durante la transmisión Morales se mostró enérgico, bromeó con sus colaboradores y reiteró que era víctima de persecución política.
El expresidente aseguró que no busca atención médica especializada fuera del Chapare por razones de seguridad y reveló que un médico que lo diagnosticó fue despedido de un centro médico privado, lo que consideró una represalia.
Asimismo, acusó al juez Nelson Rocabado de ejercer ilegalmente su cargo y de emitir una orden de aprehensión sin considerar los informes médicos presentados por su defensa.
Morales permanece en el Chapare desde noviembre de 2024, resguardado por sectores sociales y seguidores conocidos como evistas.