Lionel Messi cierra su segundo año en EEUU con récord y batacazo
Con récord histórico de puntos en la MLS, pero también con uno de los batacazos más impactantes que se recuerdan en la liga. Así ha concluido Lionel Messi su segundo año con Inter Miami, una temporada marcada por algunos éxitos claros, pero también con un final muy amargo.
Messi y el equipo de rosa se estrellaron este sábado en la primera ronda del 'playoff' por la MLS Cup ante un Atlanta United que dio la campanada venciendo por 2-3 para llevarse la serie al mejor de tres por 1-2.
El equipo que dirige Gerardo Martino tenía colgado el cartel de favorito para la MLS Cup tras acabar primero del Este, conquistar el MLS Supporters' Shield (trofeo al mejor equipo de la temporada regular) y batir la marca de puntos en la liga con 74.
Quizá por estar tan arriba, la caída fue aún más dolorosa.
Así, su inesperada eliminación llegó ante un Atlanta United (exequipo precisamente de Martino) que fue noveno en el Este con solo 40 puntos, que entró a las eliminatorias como octavo a través de la 'wild card' y que, tras la salida de puntales de la plantilla como el argentino Thiago Almada o Giorgos Giakoumakis, está en proceso de reconstrucción con Rob Valentino como técnico interino.
Con un derroche de sacrificio de principio a fin, Atlanta obtuvo una clasificación memorable en una serie llena de nombres propios como los del portero Brad Guzan con sus paradones, Xande Silva con su gol en el minuto 94 en el segundo encuentro, Saba Lobjanidze con sus inagotables galopadas o Jamal Thiaré con su doblete esta noche.
Pero el recital de Atlanta no puede opacar el fracaso de un Inter Miami repleto de talento con Messi, Luis Suárez, Jordi Alba, Sergio Busquets, Diego Gómez y compañía.
Segundo título, lesiones y decepciones
El desembarco de Messi en verano de 2023 dio paso a la 'Messimanía' en EEUU, pero con pocos meses por delante de competición el Inter Miami se quedó fuera del 'playoff' aunque sí tuvo tiempo de levantar su primer trofeo con la edición inaugural de la Leagues Cup.
En 2024, Messi y compañía han conseguido el segundo título con el MLS Supporters' Shield, pero en el resto de competiciones se han quedado rotundamente a deber.
Así, el equipo de Florida cayó este año en cuartos de la Copa de Campeones de la Concacaf frente al Monterrey y perdió en los octavos de la Leagues Cup frente al Columbus Crew.
No obstante, la FIFA, por su gran rendimiento en la temporada regular de la MLS, le dio la invitación que tenía el país anfitrión (EE.UU.) para el Mundial ampliado de Clubes de 2025.
Esos altibajos del Inter Miami son más difíciles de explicar si se tiene en cuenta que Messi se perdió dos meses y medio de la MLS (del 1 de junio al 14 de septiembre) por su participación en la Copa América y por la lesión que se hizo en la final ganada a Colombia.
Sin embargo, durante la ausencia del genio de Rosario el conjunto respondió de maravilla acumulando puntos que después le darían el MLS Supporters' Shield.
Al margen de los éxitos y las decepciones en el plano colectivo, Messi, a sus 37 años, ha firmado una estadística individual fabulosa: solo pudo jugar 19 partidos en la temporada regular de la MLS pero eso le bastó para lograr 20 goles y 16 asistencias.
A esas cifras hay que sumar el gol y la asistencia que consiguió en la eliminatoria frente a Atlanta.
El 10 de la Albiceleste terminó, con 20 tantos, empatado en la temporada regular con Denis Bouanga (Los Angeles FC) y su compañero Luis Suárez (Inter Miami) en el segundo puesto de máximos artilleros de la liga solo por detrás de las 23 dianas de Christian Benteke (DC United).
Pero el argentino jugó 11 partidos menos que Benteke, 13 menos que Bouanga y 8 menos que Suárez.
Lo mismo se puede decir de los pases de gol. El argentino Luciano Acosta (Cincinnati) y el brasileño Evander (Portland Timbers) fueron los máximos asistentes de la MLS con 19, pero Messi logró 16 con 13 encuentros menos que Acosta y 9 menos que Evander.
Todas esas estadísticas le sitúan como favorito al MVP de la MLS, un premio que si finalmente ganara colocaría quizá la guinda más apropiada a un 2024 de constantes altibajos para Messi en EEUU.