Indígenas latinoamericanos alzan la voz
Los pueblos indígenas están presentes en todos los países de América Latina, pero durante muchos años fueron relegados o sólo tomados en cuenta para temas políticos. Hoy, diferentes comunidades de tres países se levantaron, marcharon y protestaron en contra de diferentes acciones de sus respectivos gobiernos.
Guatemala
El país de Centro América cumplió 200 años este 15 de septiembre. Sin embargo, los festejos no tuvieron el respaldo de los indígenas de este país.
Miles de campesinos en varios puntos de Guatemala se manifestaron en rechazo a las celebraciones. ArgumentaN que no hay motivos para festejar. “Los pueblos originarios rechazamos las actitudes del Gobierno de los criollos en invertir en un falso bicentenario, que lo que significa para nosotros, los pueblos, es el saqueo y robo, además del empobrecimiento de nuestros territorios”, aseguró a periodistas Thelma Cabrera, líder indígena de la organización Comité de Desarrollo Campesino (Codeca).
Precisamente, Codeca fue la principal entidad que convocó a las manifestaciones este miércoles en protesta por cualquier conmemoración del aniversario de los 200 años de independencia.
La organización campesina, que aglutina más de 200.000 afiliados, señaló en un comunicado de prensa que “no hay nada que celebrar” tras “200 años de calamidad por el saqueo, la corrupción, el racismo y la represión”.
Codeca recordó que el 15 de septiembre de 1821, en la consagración de la independencia de Guatemala, “los criollos fundaron el Estado de Guatemala para no pagar impuestos a la Corona española”.
En la actualidad, señaló Codeca, “esa oligarquía” que facilitó la independencia “no paga impuestos, son corruptos, saquean nuestros bienes y nos reprimen”.
En la protesta se encontraban autoridades ancestrales indígenas que realizaron una ceremonia maya, y miembros de diversas organizaciones sociales, frente a una bandera izada en representación de los pueblos garífuna, maya, mestizo y xinka.
Según organismos internacionales, el 59 por ciento de los 16,3 millones de guatemaltecos viven bajo el umbral de la pobreza y casi el 50 por ciento de los niños nacidos en el país centroamericano padecen de desnutrición.
Brasil
En el país amazónico, la situación entre el gobierno y los indígenas se puso tensa desde que Jair Bolsonaro llegó al poder. La situación ahora superó los límites y provocó que miles de mujeres marcharan por sus derechos ancestrales.
Miles de mujeres indígenas marcharon este viernes en Brasilia, la capital de Brasil, donde alzaron la voz contra los “retrocesos en los derechos de los pueblos indígenas” sufridos bajo el Gobierno del ultraderechista.
“Esta lucha representa toda nuestra resistencia contra todos los retrocesos que el Gobierno brasileño ha hecho en los derechos de los pueblos indígenas”, dijo a Efe Juma Shibuya, de la etnia Shibuya.
La marcha comenzó a primera hora, con miles de indígenas de 172 pueblos de todas las regiones del país, según los datos de la organización.
Los manifestantes terminaron la protesta en la Plaza del Indio de la capital brasileña, donde rindieron tributo a un indígena que fue quemado vivo hace algunos años y, enseguida, prendieron fuego a un muñeco que representaba a Bolsonaro.
Entre las principales reivindicaciones de las mujeres figura la garantía de los derechos ancestrales de los indígenas a la tierra, cuyo análisis está bajo un juicio que se adelanta en la Corte Suprema.
El Supremo empezó a juzgar el pasado agosto el llamado marco temporal, defendido por Bolsonaro y según el cual los indígenas solo podrían reclamar como propias las tierras que efectivamente ocupaban al 5 de octubre de 1988, cuando fue promulgada la actual Constitución brasileña.
Pero los movimientos indígenas sostienen que esa tesis acaba con los “derechos ancestrales” y además favorece la legalización de áreas ocupadas ilegalmente por terratenientes antes de esa fecha.
“Estamos aquí repudiando y protestando contra el marco temporal y todos los proyectos que amenazan nuestro territorio, nuestra vida y el futuro, no solo de los pueblos indígenas sino de toda la humanidad”, recalcó Shibuya.
Desde finales de agosto, cerca de 6.000 indígenas se encuentran en Brasilia a la espera del juicio, que hasta el momento sólo contó con el voto del instructor del caso, el magistrado Edson Fachin, quien se manifestó este jueves contra el marco temporal.
El juez consideró que la definición de posesión de tierra indígena debe ser definida por la “tradicionalidad” y que la teoría del marco temporal desconsidera la clasificación de los derechos indígenas como “fundamentales”.
Se espera que pronto el tema se resuelva, pero Bolsonaro los acusó de intentar dañar la agricultura del país.
Bolivia
El país también se encontró con una protesta de los pueblos indígenas de las tierras bajas. La marcha reclama respeto a su territorio y a su cultura, cumplieron ya 25 días en su propósito de llegar hasta Santa Cruz, aun cuando el Gobierno convocó una reunión paralela para atender las demandas de otro sector que es considerado “mayoría”.
La movilización que partió el pasado 25 de agosto de la ciudad de Trinidad, en el departamento de Beni, ha recorrido 348 kilómetros de los 550 que tiene previsto avanzar para conseguir la atención del Gobierno nacional, que ha repetido varias veces que desconoce el pliego de peticiones de la protesta.
En contraposición, el presidente del país, Luis Arce, desarrolló una reunión con representantes de organizaciones indígenas en la ciudad de Trinidad, donde aseguró que realmente “está el movimiento indígena beniano”.
En declaraciones a EFE, el presidente de la Central de Pueblos Indígenas del Beni (CEPIB), Abdón Justiniano, recalcó que “el Gobierno sabe cuáles son las demandas” y que su contenido pleno lo darán a conocer cuando la marcha de unos 200 hombres, mujeres, ancianos y niños llegue a su destino.
Justiniano recalcó que la principal exigencia es la defensa de los territorios indígenas y los recursos “renovables y no renovables”, además de la defensa de la identidad cultural de varios pueblos indígenas de tierras bajas distintos a las mayorías aimaras o quechuas.
El dirigente identificó como el principal problema el “avasallamiento, sobreposición y creación de nuevos asentamientos ilegales en territorio indígena”, de los llamados “interculturales,” que son grupos de campesinos quechuas o aimaras.
Esos asentamientos son para “quitar territorio”, “destruir bosques”, “parcelar” las tierras en comunidades campesinas y luego “terminar vendiéndolas a terceros” para luego irse a otro sitio, ya que mucha de esa gente tiene terrenos en otras regiones, aseguró Justiniano.
Pese a que el gobierno del MAS expresa su defensa por los derechos de los pueblos indígenas, arremetió contra esta marcha y dijo que están siendo financiados por el gobernador de derechas de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.
Lo cierto es que los pueblos indígenas de Latinoamérica se sientes menospreciados y buscan ser escuchados.