Cuentas claras
Cuando Bolivia empieza a retomar la atención sobre la presunta persecución política y procesos judiciales que obligaron a varias exautoridades salir del país, poco o nada se dice de los millones de dólares que giraron en torno a sus casos y que hasta el día de hoy no tienen respaldo de destino, en otras palabras, recursos económicos del Estado que simplemente se esfumaron y que, según el anterior Gobierno, favorecieron ilícitamente a quienes se autoexiliaron.
A su retorno, el exgobernador de Cochabamba Manfred Reyes Villa dijo que fue víctima de un proceso político y que los más de 12 juicios iniciados en su contra no tienen respaldo jurídico.
Reyes Villa salió de Bolivia en enero de 2009 luego de que la Fiscalía emitiera una orden de detención por la presunta comisión de 11 delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones como alcalde y prefecto de Cochabamba en varias gestiones.
La investigación de esos casos fue seguida por la exministra de Transparencia Nardi Suxo, quien acusó a Reyes Villa por conducta antieconómica y enriquecimiento ilícito. En las fojas de investigación se identifican presuntos hechos de corrupción en la adjudicación y ejecución de obras, como los 140 defensivos en el Valle Alto que generaron una pérdida para Bs 59 millones al Estado.
Entre las denuncias se encuentra la construcción del puente Vinto-Sacambaya y el camino alternativo a La Paz, cuyos contratos se habrían adjudicado de manera dolosa, así como la compra de camionetas con sobreprecio.
Según el proceso iniciado por Transparencia del Estado del gobierno de Evo Morales, Reyes Villa tendría a su cargo $us 17 millones por responder y por los que fue sentenciado a cinco años de prisión en 2012, cuando ya se encontraba en EEUU en calidad de refugiado.
Su retorno al país, el 26 de enero, vuelve a poner sobre la mesa las denuncias y, más allá de la actual coyuntura política en que vuelve al escenario, el Estado, a través del órgano Judicial, debe buscar el esclarecimiento de todos los procesos penales seguidos a exautoridades que salieron de Bolivia alegando persecución política.
El regreso de muchos de ellos y, en el caso específico de Reyes Villa, debe servir para que se le diga a los cochabambinos donde están los más de 76 millones de bolivianos que presuntamente le favorecieron cuando ejercía los cargos de alcalde y prefecto respectivamente, o aclarar en definitiva que los 12 procesos y los millones fueron parte de una estrategia judicial del gobierno de Morales para callar a la oposición.
Después de 14 años, comenzar de cero no debería ser una opción y aunque nuestra memoria sea tan frágil, debemos empezar a construir un país sin sombras y para ello es necesario dejar las cuentas claras.
El autor es periodista
Columnas de OSVALDO RIOJA VÁSQUEZ