El imperio kolla
No hay en ningún ciclo educativo una relación de lo que fue el imperio kolla, de Tiwanaku o de más de 80 soberanos kollas, pese a que bajo la dominación inca nos llamamos Kollasuyo y los fundadores del imperio inca son Manco Kapac y Mama Ocllo, quienes partieron de la isla del Sol y hundieron una vara para fundar el nuevo imperio en el Cusco (de jusk’u, agujero). Sin embargo, en 1959 se publicó Literatura boliviana, de Fernando Díez de Medina, donde hay una enumeración de varios soberanos kollas, entre ellos Huyustus y Makuri, así como una descripción de este imperio que se extendió del Cusco a Chile, y de allí a las últimas estribaciones de los Andes, en los Yungas de lo que hoy es La Paz. El norte chileno actual como la zona andina y los valles de la actual Bolivia son de origen aymara.
El imperio inca no pudo haber surgido de la nada, sino de un desarrollo paciente de una cultura anterior, que llegó a su esplendor en la era Wari de Tiwanaku y luego fundó el Cusco y el nuevo imperio, que se extendió de Quito a Chile y buena parte de Argentina.
Leamos a don Fernando:
“Sostiene la ‘escuela peruana’ que Cuzco es la capital arqueológica del hemisferio, por el mayor testimonio de sus ruinas, por haber sido escenario de sus 14 Incas reinantes. Responde la “escuela boliviana” que la ciencia geométrica de Tiwanaku, aún sepulta en su mayor parte bajo tierra, genera y calibra los monumentos megalíticos de los dos Perúes, porque fue centro solar, político, social y militar de la grandeza andina”.
“A quienes piensan que los Incas fueron un principio y no un remate, cabe preguntar… Su ingeniería agrícola, su ciencia militar, ¿nacieron en un día? Las tablas de su ley moral ¿bajaron del Sinaí lacustre? Su vasta religión ¿fue concebida por una sola mente? Sus fiestas públicas, sus danzas y sus cantos, sus ejercicios varoniles ¿irrumpieron todos a la vez? Su destreza arquitectónica ¿brota del aire? Su profundo conocimiento de la psicología humana ¿no trasciende a sabiduría de las generaciones?”
Fernando Díez de Medina (FDM) dice que kolla significa “el primero” o “cosa primera”. Dice también que kolla viene de kollo, cerro o eminencia. “Mucho antes de los Incas, una cultura poderosa irradió del Ande boliviano a los territorios que actualmente ocupan Perú, Ecuador, Colombia y a las regiones septentrionales de Chile y la Argentina. Montesinos, el único cronista colonial con sentido olfativo del pasado andino, dejó una lista de 100 reyes autóctonos con sus nombres y cronologías, que remontan al principio de la era cristiana. Excluyendo los 14 incas conocidos, que comienzan con Manco-Capak, los 86 restantes fueron soberanos kollas. Los aimaras señorearon medio continente”.
En Sudamérica andina hay voces aimaras: Cotopaxi, Ambato, Pichincha (Ecuador); Kocha Wira y Cundinamarca (Colombia); Copiapó, Aconcagua, Valparaíso (Chile); Humahuaca, Catamarca (Argentina).
El autor es Cronista de la ciudad
Columnas de RAMÓN ROCHA MONROY