Trump y los migrantes
Donald Trump asumirá su nueva presidencia este 20 de enero en medio de varias polémicas y controversias por las medidas radicales que anunció durante su campaña, principalmente, referidas a las política contra los migrantes.
Con la llegada de Trump se abre el riesgo de más deportaciones de migrantes latinos. En su campaña se comprometió a la expulsión masiva de los migrantes con la Guardia Nacional. Se prevé que unos 20 millones de indocumentados sean deportados en su gestión.
Sin duda, México es el país que más sufrirá el impacto de la medida. Sin embargo, son los propios migrantes quienes se verán más afectados, porque más allá de los servicios diplomáticos que el país azteca piensa desplegar para los mexicanos en riesgo de ser deportados; al final, las personas que buscan un mejor porvenir siempre volverán a intentar cruzar la frontera convirtiéndose en víctimas de las redes de traficantes.
Una de las antropólogas que más ha documentado la situación de los migrantes en los refugios, Margarita Núñez, ha señalado que el 90 por ciento de los viajeros en los albergues le dijeron que fueron secuestrados por grupos armados después de no haber sido admitidos por las autoridades estatales.
La lucha contra los migrantes es la bandera que los candidatos de EEUU siempre han utilizado en sus campañas para llegar a la Casa Blanca por la simpatía que el tema genera entre la población que ve a este grupo como una amenaza; más que, como un aporte a su economía.
Las deportaciones masivas no sólo afectarán a México, sino a otros países que cada año expulsan a su población por la inseguridad creciente y la falta de oportunidades. De ahí que el fenómeno migratorio se tenga que encarar de manera multilateral; no en solitario.
Las caravanas de migrantes que nacen en Centroamérica y pasan por México hacia Estados Unidos son contenidas antes de tocar el límite fronterizo. Esta nueva forma de migrar es una estrategia, pero sólo el año pasado México frenó siete caravanas que pretendían llegar a Estados Unidos. A ello se suma que la logística que México ha desarrollado, con centros de detención de migrantes y controles, ha complicado y encarecido más el transito; hecho que es aprovechado por los “coyotes”.
Las acciones que Trump asuma contra los migrantes deben ser vistas con atención por los países latinoamericanos y no sólo porque México.
Será un momento en el cual cobrará más fuerza el debate sobre la criminalización de la migración en el mundo, una acción que sólo favorece a las redes de traficantes que captan a las personas que intentan alcanzar su “sueño americano”, pero con un costo muy alto.