Día de la Tierra
La contaminación por residuos plásticos es uno de los principales problemas medioambientales de nuestro tiempo. Cada año al menos ocho millones de toneladas de desechos de ese material se vierten en los océanos del planeta. Incluso humedales locales, como la laguna de Coña Coña, en Cochabamba, están afectados por estos desperdicios.
Por ello, el 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra, se dedica a reflexionar y tomar acciones sobre el elevado uso de plásticos en nuestro diario vivir, especialmente en las compras domésticas.
Se predice que esos ocho millones de toneladas de residuos que se echan cada año a los mares, equivalente a vaciar un camión de basura lleno de estos desechos por minuto, provocarán que, en un futuro próximo, habrá una tonelada de plástico por cada tres peces, y en 2050 habrá más plásticos que peces, señala la organización ecológica Ecodes.
No hay soluciones sencillas para un problema tan serio porque la demanda de materia prima para fabricar objetos de plástico es enorme. “La producción global de plásticos ha aumentado desde los dos millones de toneladas en 1950 a unos 400 millones de toneladas en 2018 (...) La previsión es que la demanda crezca continuamente hasta superar los mil millones de toneladas (anuales) en 2050”, alertó el Observatorio de Salud y Medio Ambiente del Instituto Deutsche Krankenversicherung AG (DKV).
A diario es posible evidenciar los problemas que ocasionan los plásticos, como en la laguna de Coña Coña y la represa de La Angostura. En las últimas campañas de limpieza se retiraron unas 30 toneladas de residuos sólidos, la mayoría plásticos, como botellas y envases de alimentos que los visitantes dejan sin reparar en el daño que estos desechos ocasionan en esos lugares que, además, son el hábitat de peces.
¿Qué hacer frente a un problema creciente? Los ambientalistas indican que son necesarias medidas radicales para un problema que va en constante aumento y que está fuertemente relacionado con el estilo de vida de las personas.
Lo que se puede hacer va desde acciones individuales hasta colectivas, pasando por la generación de políticas públicas locales, departamentales y nacionales para reducir el uso de plásticos, hacer una adecuada disposición final y reutilizar o poner en valor estos materiales antes de que sigan aumentando la contaminación.
El Día de la Madre Tierra es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras propias acciones y el impacto que tienen en los ecosistemas. También en la importancia de legislar para que los tomadores de decisiones incluyan en su agenda medidas para disminuir o eliminar el uso de las bolsas plásticas.
No se trata sólo de acordarse del Día de la Tierra, sino de replicar las acciones que iniciaron en 1970 más de 20 millones de personas por un medioambiente más sano y sustentable.