Temen que sequía active la migración de los damnificados a centros urbanos
La sequía que afecta al país, por segundo año consecutivo, derivará en la migración forzada de los comunarios a los centros urbanos y a las riberas de los ríos, coincidieron dos expertos. En tanto, los campesinos pidieron la declaratoria de desastre y emergencia por la crisis hídrica.
En Bolivia hay más de 280 municipios con declaratoria de emergencia o desastre.
El director de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climática, Juan Carlos Alarcón, señaló que la migración forzada engrosa los cinturones de pobreza de las urbes. Mencionó, por ejemplo, que en Acasio, Potosí, la gente se está yendo a centros urbanos y a las riberas de río Caine “para tener agua para su consumo y de sus animales porque ya no había donde vivía”.
Lamentó que los comunarios se vean obligados a migrar a zonas periurbanas donde las condiciones son precarias y tiene implicaciones en la salud y en la educación.
“Muchas veces migran con sus familias y los niños deben dejar la escuela”, sostuvo el especialista.
Para el responsable de la Unidad de Organización e Incidencia Regional del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), Heber Araujo, se trata del segundo año consecutivo de sequía y la gente migra donde puede, incluso fuera del país, porque han perdido sus producciones y no saben cómo mejorar su economía, “especialmente los jóvenes”.
El director departamental de la Madre Tierra de Oruro, Olson Paravicini, alertó que la única siembra del año programada para septiembre u octubre está en riesgo por la falta de lluvia, también informó que las comunidades más afectadas son las productoras de leche, de ganado y de hortalizas.
Organizaciones
La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) pidió al Gobierno, en una resolución de ampliado, la declaratoria de desastre natural por sequía en seis departamentos y la declaratoria de emergencia en Beni, Pando y Santa Cruz para enfrentar los efectos del fenómeno natural en el sector agropecuario, informó su máximo representante, Lucio Quispe.
Por otro lado, Luciano Marca, ejecutivo de la Federación Única de Trabajadores Campesinos de las 20 provincias de La Paz pidió al Gobierno nacional mayor coordinación con las organizaciones sociales para hacer frente a la sequía.
En tanto, el Gobierno informó sobre la inversión de 516 millones de bolivianos para reducir el impacto de la sequía. Otras organizaciones exigen al Ejecutivo mayor coordinación para hacer frente a la sequía y a la contaminación minera que viene afectando al 60 por ciento de los afluentes de agua.
Cambio climático
La sequía afecta a 72 municipios del departamento de La Paz, pero 32 ya están elaborando leyes y su declaratoria de emergencia. Entre los municipios afectados por la sequía y también por un incendio está Caranavi, donde bomberos forestales están luchando contra el fuego en el Parque Nacional y Área Protegida de Cotapata.
El especialista Juan Carlos Alarcón señaló que el problema estructural es el deterioro del medioambiente traducido en la deforestación y la ampliación de la frontera agrícola.
Llueve por debajo de lo normal desde 2022
El director del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Hugo Mamani, informó ayer que, entre 2022 y lo que va de este año, llovió por debajo de lo normal en el país, por lo que exhortó a usar agua racionalmente.
“La distribución de nuestras lluvias está por debajo de lo normal, tenemos que tomar conciencia, (ese es) el mensaje desde el Senamhi, del buen uso de nuestros recursos hídricos”, dijo a la agencia ABI.
Explicó que, entre agosto y diciembre de 2022, y enero de 2023, llovió poco, mientras que en febrero el nivel de lluvias “repuntó un poco”, pero volvió a bajar en marzo y abril. En mayo volvió el aguacero, pero desde junio hasta ahora es escaso.
En cambio, en el oriente boliviano está lloviendo. En el trópico de Cochabamba y en el norte de La Paz se presenta mucha humedad y hay lluvias, pero en el altiplano, como en Potosí, hay sequía por la falta de aguaceros.
“Tenemos mucho uso de plástico, eso no permite generar evaporación, porque el plástico se desparrama en los suelos, entonces, tenemos que bajar ese consumo”, exhortó Mamani.