El Centro Gandarillas cambia la vida de 29 no videntes con técnicas y capacitación
“Al principio fue complicado, pero me enseñaron a valerme por mí mismo. Nosotros no nos debemos aislar, podemos aportar a la sociedad y seguir adelante”, contó Paul Ayaviri, un adulto que perdió la vista tras un accidente y ayer recibió su certificado de rehabilitación en el Centro Manuela Gandarillas.
Como él, otras 28 personas, entre niños, jóvenes y adultos, algunos con discapacidad visual congénita causada por diferentes factores y otros que perdieron la vista por azares del destino como Paul, terminaron el semestre de aprendizaje gratuito en el centro Gandarillas en busca de su independencia.
El centro, dependiente del Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC), cumple la función social de habilitar y rehabilitar a las personas no videntes de Cochabamba y del país, con el objetivo de lograr su independencia mediante técnicas que se desarrollan de manera semestral en el área social, educativa, de la vida diaria, la música y el desplazamiento individual.
“Damos a las personas que ha adquirido la discapacidad visual todas las destrezas, técnicas y habilidades para que vuelva a ser una persona independiente y autónoma”, destacó el director Juan Veizaga.
La cantidad de estudiantes varía. Por ejemplo, de los 63 inscritos para el primer semestre de 2023, solo 29 se graduaron. Veizaga explicó que no todos logran asimilar de la misma manera, por lo que se amplía su proceso de rehabilitación durante un semestre más.
Lo más complicado es lograr que las personas que adquieren la discapacidad visual por un accidente o problema congénito acepten convivir con esa discapacidad, contó. “Si no lo hacen, es más complicado lograr el proceso de rehabilitación”, comentó.
Pidió a la población “aceptación, comprensión más que compasión”. Por su parte, la Unidad de Discapacidad de la Gobernación comprometió políticas sociales de manera conjunta para acabar con las barreras arquitectónicas y sociales.
Logran acuerdo
El director del IBC, René Ugarte, informó ayer que llegaron a un acuerdo con el Club de Leones para regularizar el derecho propietario del centro Gandarillas. “Ya no hay ese peligro de perder el predio”, señaló.