La producción de pitahaya, una nueva alternativa que emerge en Omereque
La pitahaya, conocida también como fruta del dragón, ya se produce en Bolivia desde inicios de esta década, sobre todo en regiones cruceñas como Cotoca. En Cochabamba, se empezó a incursionar hace unos tres años tanto en el valle como en el trópico. Hoy conoceremos la historia de Coco Tapia, un comunario de Omereque, pionero en la plantación de este fruto en búsqueda de cambiar a un rubro más rentable.
“Esta iniciativa nace a raíz de que los precios de la agricultura ya no son tan rentables, por ejemplo, ya no sale producir tomate, sandía, melón. Entonces vi la forma de poder producir pitahayas para poder incentivar a los omerequeños y a los agricultores para poder cambiar de rubro y buscar otras alternativas de producción”, explicó Tapia.
La pitahaya es una fruta refrescante, rica en hierro, calcio y fósforo; tiene vitaminas C, D, E y B12; además, de mejorar la producción de glóbulos rojos, ayuda al sistema nervioso y es de gran aporte para la digestión.
Con todos esos beneficios en mente a Coco Tapia le pareció una buena idea cultivarlas e hizo su primera inversión. Trajo sus plantines del Perú en 2022 y desde 2023 empezó ya a ver su producción.
“Hace tres años traje las plantas del Perú. El año 2023 ya empecé a sacar pitahayas al mercado y este año con mayor intensidad estamos llevando a Cochabamba y a Santa Cruz”, sostuvo.
A la fecha en Omereque Coco Tapia es el único que productor de pitahaya, pero espera que pronto otros comunarios se sumen a la iniciativa.
“Por el momento soy el único en Omereque, me imagino que al año ya van a haber unos cuantos más. Con comunarios de los valles cruceños tenemos un grupo, quienes también trajeron plantitas del Perú. Ellos producen en Saipina, Comarapa y Mayrana, quienes también empezaron a sacar producción”, comentó.
Tapia, maestro profesión, no puede dedicarle el 100% de su tiempo a sus parcelas, pero si sueña poder expandir sus cosechas y no descarta que en un futuro puedan exportar la fruta a mercados como Estados Unidos o España.
“La planta la traje del Perú con un valor de 50 bolivianos cada una, entonces no pude traer mucho. Yo tengo sólo media hectárea, pero sería magnífico crecer más. Veo que es un producto muy rentable. Se puede tener una producción buena, hay un mercado que de día tras día crece, porque además este fruto es dulce y se pueda transformar en mermeladas, refrescos, vinos”, explicó Tapia.
La pitahaya, según explicó Tapia, es una planta que puede “aguantar las sequías extremas”, aunque si requiere de “mucha agua” en “tiempo de producción para que el fruto crezca”. Sumado a que no es una planta que requiera muchos insecticidas, aunque, si se usan “fungicidas para hongos y bacterias”, porque eso “sí hay una pudrición cuando se registra mucha lluvia”.
En cuanto a la producción Tapia explicó que la pitahaya no madura en una sola cosecha, ya que salen diferentes tongadas y él, por ejemplo, viene produciendo desde noviembre y lo hará hasta fines de mayo.
“Durante este tiempo va a producir unas cuatro a cinco tongadas, como le decimos y en cada tongada por lo menos maduran tres a cuatro veces. Me imagino que en cada tongada estoy sacando entre dos a tres toneladas”, sostuvo.
Sumado a que la pitahaya es una planta que se adapta casi a cualquier tipo de terreno, menos donde existen mucho frío como Oruro, Potosí, La Paz. En su adaptación es muy similar a la tuna. “Donde madura la tuna, madura la pitahaya. Incluso en Santa Cruz donde no madura la tuna, igual madura pitahaya”, indicó Tapia.
El kilo de pitahaya está entre 35 y 45 Bs
En el mercado cochabambino la pitahaya empezó a tener más presencia y si bien hace algunos años se la encontraba con un costo de hasta 60 Bs el kilo, hoy en día se la puede encontrar, dependiendo la variedad y el mercado, entre 25 y 45 Bs.
Es una fruta que podría ser rentable para la exportación, porque por ejemplo en Chile el kilo está en los 100 Bs y en Europa está por los 120 y 150 Bs.