Crece demanda de frutas tropicales
En los últimos 10 años, la demanda de frutas tropicales, como el asaí y copoazú, ha crecido mucho en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba. “En La Paz existe una demanda insatisfecha bastante grande”, asegura la gerente de proyecto de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), Ruth Delgado.
Esta bióloga con maestría en desarrollo, trabaja desde 2008, junto a la FAN, con varias asociaciones en el Norte de Santa Cruz, Riberalta (Beni) y Pando. Según afirma, en el caso del asaí, su cultivo se ha convertido en una interesante alternativa económica.
“Esta actividad es muy importante para las comunidades indígenas que la aprovechan en los bosques y áreas naturales”, dice Delgado y agrega que la cosecha –que se da entre los meses de marzo y agosto– otorga un ingreso económico adicional a los indígenas.
Por ejemplo, en esta última temporada, a causa del cambio climático, la producción de castaña ha bajado en Bolivia, que es el principal país productor a nivel mundial. Así, según esta experta, el cultivo de frutas tropicales permite a las comunidades indígenas diversificar su oferta, adaptarse al cambio climático y les ayuda a mejorar su economía, cuando se dan bajas en su principal fuente de ingresos. “Hay varias organizaciones que aprovechan de manera sostenible el bosque”, sentencia.
Según Delgado, actualmente en Bolivia se puede hablar fácilmente de una demanda anual de 115 toneladas de pulpa de asaí; unas 60 toneladas de copoazú y 15 de majo (fruto parecido al asaí y también proveniente de una palmera).
Este tipo de frutas tropicales que llevan el nombre de exóticas para diferenciarlas de las ya conocidas como la papaya o la piña; aunque son empleadas en postres, helados y mermeladas, su consumo más extendido está en jugos y su forma natural.
Según Ruth Delgado, en el Chapare actualmente se produce copoazú –en emprendimientos privados– que incluso se comercializa en Santa Cruz.
Jugos
“La jugo terapia y la zumo dieta son una alternativa a la medicina alopática, y son utilizadas por las mamás para darle de todo a los niños”, dice por su lado Israel Enrique Balcázar Romero, propietario de Bar Jugos, un snack ubicado frente al Parque de La Familia y que reabrirá a partir del 10 de marzo.
Balcázar es nutricionista y hace cuatro años que tiene este negocio que comenzó con sandwiches vegetarianos y su fuerte ahora son los zumos y batidos donde mezcla –por lo general– una fruta, cereal y un vegetal.
En ese orden, varias frutas tropicales son empleadas con fines terapéuticos. “Los jugos pueden ser considerados los medicamentos más baratos, incluso si quieren hacer un tratamiento médico tiene que desintoxicar su cuerpo para que los medicamentos hagan mejor efecto. En otras partes del mundo, a base de jugos se tratan muchas enfermedades”, dice.
Entre las frutas que usa con éxito están la monstera, el fruto de la planta conocida como Costilla de Adán, que tiene, según dice, propiedades anticancerígenas y también antioxidantes.
“Trabajamos con la pulpa de noni, que es antioxidante. Hay en el Chapare, pero hay que saber pasteurizarla”, argumenta.
Quique Balcázar también utiliza en sus jugos frutos como el camu-camu y el asaí. De esta última dice que le mandan la pulpa procesada y pasteurizada directamente desde Cobija y él se encarga de convertirla en jugo.
Como su idea ha sido copiada por varios, Quique se ha dedicado una temporada a impulsar a otras personas para “que vayan ambulando con los licuados, pero con criterio. No es el negocio del jugo, es el negocio de la fruta, pero entregando distintos tipos de productos”.
Del copoazú dice que es alto en calcio vegetal y que se lo puede tomar puro o con un cereal (ajonjolí) y una verdura (espinaca). “No necesitamos hacer un festín de frutas y de verduras –señala recomendando que en los jugos es suficiente mezclar una fruta, un cereal y una verdura–. No usamos ni azúcar, ni estevia. La gente tiene que entender que cuando van a tomar un jugo medicinal, tiene que ser en ese estado (sin azúcar)”, recomienda.
Sumo Salad&Sandwiches, ubicado en la Aniceto Padilla casi Potosí, es otro snack que ofrece bebidas con frutos exóticos. En su menú se puede encontrar un jugo con base en el tomate de árbol, una fruta que la trae de los Yungas de La Paz y que la tiene en su menú prácticamente todo el año y desde que abrió su restaurante, hace seis años. Esta fruta la conoció a través de su esposa, Daniela, que es ecuatoriana y dice que en el vecino país se consume mucho.
ALGUNAS VARIEDADES Y SUS CARACTERÍSTICAS
• El noni es una fruta que se cultiva en el Chapare y se la encuentra en varios mercados populares de Cochabamba. Este fruto, según Balcázar, tiene componentes anticancerígenos que regeneran las células y también ha dado buenos resultados en tratamientos de gastritis.
• El aguaymanto es una fruta tropical de color amarillento y sabor agradable. También se lo conoce como tomate silvestre o tomate cherry.
• El coco es una fruta accesible en los mercados populares y se vende a bajo costo. Se consume en su estado natural y también se lo utiliza en la repostería. Se ofrece en temporada de calor.
• El consumo de carambola se ha extendido entre los consumidores cochabambinos, está en mercados y supermercados. Se usa para refrescos y para la decoración de platillos.
• El copoazú es también conocido como la súper fruta amazónica tienen usos nutricionales y cosméticos. Se consume fresco o industrializado. Se aprovecha, sobre todo, la pulpa.
• El asaí también llamado la fruta prodigiosa se produce en la selva de Brasil y su consumo se ha difundido por sus propiedades anticancerígenas.