Viva Bolivio en su día
Pasó el 6 de agosto, día de la Patria en Bolivia, y los festejos y rendición de honores a próceres y personalidades en actos públicos y en espacios en medios de comunicación han sido variados. Tuvieron en común que quienes eran honrados, recordados y quienes protagonizaban los relatos históricos fueron abundantemente varones.
Es tan normal esta situación que visto de lejos, desde otro planeta por ejemplo, parecería que aquí sólo viven hombres, que sólo ellos hicieron actos heroicos, que fueron ellos solos los que fueron sometidos, los que lucharon y vencieron a los invasores hombres, los que marcaron hitos en la historia y dejaron su legado ¿Qué pasa con las mujeres? Es como si fueran otra especie, inferior, inútil e invisible que sólo cocina, sirve y aplaude.
El diario Página Siete, por tomar un ejemplo, hizo un interesante suplemento de hechos históricos que abarcaban desde la conquista hasta la actualidad, pasando por las guerras de Independencia, del Pacífico, del Acre, la del Chaco; se habla también de la Revolución del 52 y otras revueltas; se hicieron relatos de las dictaduras y de situaciones históricas “curiosas”, como que Bolivia fue el primer “Estado narco” en el mundo, donde figuran hombres y más hombres. Para dato relevante, que refleja también el contenido en el texto, en las 28 páginas se publican alrededor de 50 fotografías de personajes individuales, todos varones, además una quincena de fotografías o gráficos con personajes en grupo donde, salvo en un caso en que aparecen dos mujeres anónimas, todos son hombres. ¿Las mujeres no existían? ¿Dónde estaban?
Es obvio que en cada una de esos capítulos históricos las mujeres desempeñaron algún papel y es obvio porque siempre hubo mujeres, todos esos hombres salieron de sus entrañas y tenían hermanas, vecinas, parejas y más. Las mujeres no se quedaban en sus casas encerradas, seguramente algunas sí, pero inclusive ellas desempeñaban algún papel ¿Por qué no se las menciona, no se explica, no se las da a conocer?
En todas las luchas, revoluciones y revueltas participaron las mujeres, algunas con algún protagonismo como las conocidas Gregoria Apaza, Bartolina Sisa y Micaela Bastida (sitio indígena a La Paz, 1781,) Juana Azurduy (guerrillera de la Independencia – Bolivia y Argentina), Manuela Gandarillas (levantamiento en la Coronilla 1812 - Cochabamba), Vicenta Juaristi Eguino (16 de julio 1809 – La Paz), Mariana Zudáñez (25 de mayo 1809 – Chuquisaca) Ignacia Zeballos (Guerra del Pacífico 1879), María Barzola (Catavi 1942), Domitila Barrios de Chungara (fin de la dictadura de Banzer 1977), Lidia Gueiler Tejada (primera Presidenta de la República derrocada por la dictadura militar), entre otras.
Son pocas las mujeres que destacan en la historia contada desde la visión masculina, pero siempre han estado presentes. Ana María Seoane Flores recuerda que durante la lucha por la independencia las mujeres participaron activamente “unas llevaban misivas, otras concertaban reuniones, fabricaban municiones y armas artesanales o distraían a las autoridades”.
¿Por qué quienes escriben esos interesantes relatos de hechos históricos no se les ocurre pensar que allí también había mujeres? Está tan normalizado que las mujeres no estén que seguramente quien escribe o quien lee a veces no se da ni cuenta que no aparecen, hasta que alguien lo observa.
Las mujeres no salen en la foto, no están en el espacio público conocido, salvo muy pocas. Es tan habitual que las mujeres no estén en la historia, en el pasado, que es normal que cueste que estén ahora en el presente y debemos construir un mejor futuro.
Los medios de comunicación, si están comprometidos con la igualdad entre las personas, la justicia, la equidad, deben tomar en cuenta también a las mujeres en cada uno de los artículos, crónicas o reportajes que publiquen, porque en este planeta en cada hecho social están inevitablemente involucrados al menos dos géneros.
La autora es periodista .
Twitter: @DrinaErgueta
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