Cuando la ciudad golpea la puerta
Dice la presentación oficial, que la Nueva Agenda Urbana (NAU) busca promover ciudades más incluyentes, compactas y conectadas mediante la planificación y diseño urbano, gobernanza, legislación urbana, y la economía urbana, y procura crear un vínculo de refuerzo recíproco entre urbanización y desarrollo. La Agenda se aprobó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) celebrada en Quito, Ecuador, el 20 de octubre de 2016, y la Asamblea General el 23 de diciembre de 2016, le dio condición de instrumento aplicable.
Anteriormente a estas fechas, la vida en ciudades ya ocupaba el debate de los Estados, los Organismos Internacionales, las redes de gobiernos territoriales, las organizaciones de la sociedad civil en razón del crecimiento urbano y la presión de la población sobre los servicios básicos, trasladándose todo ellos a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.
Migración, despoblamiento rural, cambio climático, seguridad alimentaria, trabajo digno, servicios públicos de calidad, oportunidad para los jóvenes, políticas de reivindicación plena en favor de las mujeres, conectividad, vida en ciudades, ocio productivo, se entrelazan demandando políticas públicas y compromisos efectivos con plazos para su cumplimiento.
En ese esfuerzo, un conjunto de organizaciones, instituciones y académicos, hemos asumido la responsabilidad de trabajar buscando explicación, respuesta y alternativas a los fenómenos expresados. Nos ha correspondido al Cepad coordinar siete encuentros internacionales vinculados a la categoría Ciudades Intermedias, tratando de encontrar respuestas a las causas y consecuencias del despoblamiento rural, las formas como el asociativismo municipal puede ayudar a solucionar los problemas en los territorios; cómo las ciudades intermedias pueden contribuir a mitigar la migración campo/ciudad y, si es posible, superar la dicotomía urbana/rural y avanzar hacia el desarrollo territorial sustentable.
Continuamos realizando análisis de los procesos de despoblamiento rural en España y de migración urbana en América Latina, estableciendo elementos similares, diferentes y complementarios, y hemos hecho nuestras las conclusiones de la Agenda Urbana de Hábitat III y del Congreso de la La Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones Municipalistas (Flacma) realizado en Santiago de Chile en marzo de 2019.
Nuestro aporte ha identificado cinco condiciones que se repiten cuando analizamos las consecuencias: que los procesos migratorios en todas sus manifestaciones, continuarán, pues constituyen una tendencia mundial; que esta tendencia genera el despoblamiento rural y el abandono de extensiones territoriales; que al producirse la migración hacia las Ciudades y áreas periurbanas, sobre ellas se produce una presión sobre servicios e infraestructura; que no existen antecedentes de retorno poblacional masivo a los territorios de origen, abandonados, y, que las políticas públicas aplicadas hasta ahora, no han modificado la tendencia.
La Nueva Agenda Urbana presenta un cambio de paradigma basado en la ciencia de las ciudades; establece normas y principios para la planificación, construcción, desarrollo, gestión y mejora de las zonas urbanas en sus cinco pilares de aplicación principales: políticas urbanas nacionales, legislación y normativas urbanas, planificación y diseño urbano, economía local y finanzas municipales, e implementación local.
Para debatir sobre estos principios nos reuniremos el 15 y 16 de julio en Santa Cruz de la Sierra. Existen razones para estar preocupados por lo que está ocurriendo en nuestras ciudades y no tenemos porqué inventarnos las respuestas. Escuchemos qué nos dicen los que las han encontrado.
El autor es director de Innovación del Cepad
Columnas de CARLOS HUGO MOLINA