Clamor popular no escuchado
JUAN CARLOS FERREYRA PEÑARRIETA
Desde antes que se realicen las fraudulentas elecciones generales del 20 de octubre pasado, una gran mayoría de la población anda pidiendo a gritos a los sectores opositores de ese entonces, ahora oficialistas en algunos casos, que se unan en un solo bloque para hacer frente a Evo Morales y Álvaro García Linera.
Lamentablemente hacen oídos sordos sin tomar en cuenta ese clamor popular. Como siempre todos se creían grandes ganadores en las mismas. ¿Es tan difícil para ellos entender ese mensaje para que se unan en un solo bloque con vistas a las elecciones de 2020?
La lucha heroica que inició más de la mitad de la población boliviana desde el 21 de octubre pasado, con el fin de recuperar una verdadera democracia y conseguir la renuncia de Evo y Álvaro, aún no ha terminado y eso tiene que quedar claro para ese sector político.
Hoy nuevamente reluce, en medios de comunicación tradicionales o redes sociales, la aparición de nuevos candidatos “salvadores” para participar en los próximos comicios electorales. Lo único que conseguirán esas afanosas candidaturas es nuevamente dispersar el voto tal como pasó el año pasado, aspecto que favorecerá al MAS que tiene un voto duro y leal aproximadamente del 25%.
Sería trágico que el MAS gane este 2020 y de nada habría servido la lucha incansable e imparable que realizó la ciudadanía (representada por sectores jóvenes, mujeres, cívicos, Policía Boliviana y Fuerzas Armadas) con esas frases de combate del ¿Quién se cansa?..., ¿quién se rinde?..., ¿Evo de nuevo?...
Ortiz, Patzi, Cárdenas, Chi entre otros ya no caben para estas próximas elecciones y si no se dieron cuenta hay que preguntarles: ¿qué parte del libreto no entendieron? A esto se debe sumar el aplazo que tuvieron ya en la arena política los cívicos Luis Fernando Camacho y Marco Pumari con sus acciones de desencuentro y supuestas “deslealtades”. Señores: aún no es su tiempo para participar en unas elecciones presidenciales.
Se debe reconocer que los ganadores de las justas electorales últimas, fueron Carlos Mesa y Gustavo Pedraza, de Comunidad Ciudadana, pero no porque hayan tenido una propuesta de programa de gobierno innovador, sino porque el voto útil que recibieron fue simplemente un voto en contra de Evo Morales por lo que también eso les debe quedar claro a los aludidos.
El desafío político que tienen Mesa y Pedraza es aglutinar a una gran mayoría de esos sectores dispersos que actualmente existen, justamente para conformar un solo bloque que pueda competir con el MAS, que no está muerto. No hacerlo sería algo desastroso para estos dos políticos y en especial para el primero, porque aun esa gran “mayoría silenciosa” confía en ellos.
Si no son capaces de lograr lo indicado, se habrían aplazado sin derecho a desquite y su cuarto de hora a nivel político se les habría acabado. Ahora o nunca, Carlos Mesa es el que tiene que demostrar sus verdaderos dotes de liderazgo político.
Si no queremos volver a repetir esos días de terror que vivimos después del 20 de octubre pasado, ni tener nunca más gobiernos autoritarios, ni emprender el mismo camino que Venezuela, la ciudadanía también tiene que ser consciente y no dispersar su voto.
El papel político que jugará la población en las elecciones venideras será decisivo y tampoco tiene que aplazarse. Caso contrario volver a esos casi 14 años de “falsa democracia”, será irnos rumbo al abismo. La decisión sin duda está en el soberano y será por esta Bolivia posible que sigue esperando por una razonable visión de país.
El autor es consultor en Comunicación
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