Virus chino
La vida de la gente ha cambiado, así como sus hábitos y costumbres. El mundo ha cambiado. La causa, el coronavirus, una microorganismo generado y creado en la China. La paradoja: que el país donde nació no ha sido afectado en la magnitud de otros en diversos continentes.
Muchos piensan, incluido yo, que el régimen comunista chino no solo oculta información al respecto, sino que existe otro tipo de motivaciones que dieron curso a todo lo que ahora estamos viendo y viviendo. Recordemos que el científico chino que quiso alertar sobre el efecto y consecuencia que traería el Covid-19 no solo fue silenciado por el régimen chino, sino que falleció a causa de ambos.
En todo caso, las razones para desconfiar de Xi Jinping y su nomenklatura hoy, son válidas. Un país de ese tamaño, conducido sin el ejercicio de la democracia tal como la conocemos en Occidente y con una fuerte dosis de represión en contra de quien opina diferente al Partido Comunista, nada bueno puede traer en términos de confiabilidad. Por tanto, gracias a los chinos y a los murciélagos que suelen comer, y probablemente a intereses de variada índole que motivan al régimen que conduce ese país, hoy estamos asumiendo un nuevo patrón de comportamiento y de visión sobre lo que de aquí en más debemos hacer en el ámbito de nuestra vida particular, nuestra fuente de supervivencia, trabajo, negocios y expectativa a mediano y largo plazo.
Incluso, ahora se hace incierta la posibilidad de planificar y proyectar ante un suceso –impensable en este siglo XXI– como el que nos afecta y nos tiene a todos en cuarentena. Probablemente así aconteció cuando, desde el Asia Central, otra pandemia como fue la peste bubónica eliminó en el año 1348 a casi un tercio de la población de Europa. En aquella época, la gente pensaba que la peste negra era un castigo de Dios, por lo que se acostumbraba colocar una cruz en cada puerta de casa en señal de arrepentimiento y perdón. Pero bueno, a diferencia de lo que aconteció en la Edad Media y de paralelismos con la actualidad, hoy la ciencia ha evolucionado de tal manera que será ella la que hará frente al embate del virus chino.
Termino aquí: creo importante subrayar el trabajo que está llevando a cabo el Gobierno. Como todo en la vida, probablemente cometan errores o no actúen en algunos aspectos con la agilidad y firmeza debida. Sin embargo, nadie previno gobernar en medio de una pandemia, y más aún cuando terminábamos de salir de uno de los actos democráticos más sublimes como fue la revolución de las pititas. Por tanto, ante actos de excesiva virulencia o de prudencia y sensatez sabia como corresponde, el gobierno de la presidenta Áñez merece en esta materia nuestro apoyo.
Será en la medida que todos los bolivianos actuemos unidos y con alta responsabilidad en nuestros actos, que podrá hacerse frente eficazmente al Covid-19. Después vendrán tiempos en los que el mundo deberá pedir cuentas al Gobierno chino, mientras tanto, quédate en casa.
El autor es abogado
Columnas de CAYO SALINAS