Dólares e ingenuos
Ahora resulta que hay una lista de espera para comprar dólares en el Banco Central...
Lo peor de todo esto (o lo más gracioso, según cómo se vea) es que todavía tenemos ingenuos que confían en el Gobierno para resolver esta crisis de manera inteligente.
Sobre estos ingenuos... habría que señalarles que la lista de espera es algo más que una pésima señal. Al respecto, sólo una pregunta: ¿están seguros de que no habrá privilegiados, amigos del Gobierno cuando se trate de vender esos escasos dólares?
No sé, se me ocurre que algunas personas, quizás amigos del Gobierno, accederán a esos dólares baratos cuando lo requieran, sin esperar nada, luego de una oportuna llamada de cierto ministerio o la visita al BCB de un “compañero” persuasivo.
En ese caso tendríamos a un grupo de privilegiados con acceso irrestricto a dólares por debajo del precio de mercado. ¿Qué creen que harán estas amables personas? ¿Tal vez revender esos dólares a ciudadanos menos privilegiados? Si fuera el caso, sospecho que no lo harían por pura bondad ni gratis...
¿Y qué pasa si los nobles burócratas que controlan ese flujo reciben una solicitud de un empresario enemigo del proceso y la revolución? ¿No se verán tentados a retrasar o sólo negar el pedido?
Por supuesto, planteo esto porque soy una persona de mal corazón. Me he negado a aceptar que el hermano Evo es el mesías revivido y no creo en las virtudes místicas del hermano Luchode multiplicar los dólares. No soy ni nunca fui de izquierda.
Entonces, quizás estoy equivocado y no se trata de ingenuos o estúpidos sino de mi profunda y persistente maldad.
Ante esa eventualidad, pido a los ingenuos seguir votando por estos caballeros y seguir teniendo fe, que, sin duda, la economía responderá a sus buenos deseos.
A los otros, a mis camaradas malvados, les sugeriría empezar a movilizarse para que el Gobierno deje de tomar decisiones tan nobles.
Columnas de ERNESTO BASCOPÉ