Votación en la ALP por la renuncia de Evo confronta a la bancada del MAS
Tras la polémica sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que trató las cartas de renuncias de Evo Morales y Álvaro García Linera, el senador Omar Aguilar y el diputado Franklin Flores, ambos del Movimiento al Socialismo (MAS), se confrontaron.
Flores, quien considera que no hubo la mayoría de votos para aceptar la renuncia de Morales, cuestionó a Aguilar el conteo de votos a la salida de la sesión.
"Has contado mal, por qué no cuentas bien, verifica las cámaras, no ha habido los votos suficientes", increpó Flores.
Por su parte, Aguilar cuestionó a Flores sobre la muerte del viceministro Rodolfo Illanes, que ocurrió en 2016 en la localidad de Panduro, tras ser secuestrado y torturado por mineros cooperativistas.
"Vas a pagar por la muerte de Illanes", sentenció Aguilar y luego lo tildó de "masista corrupto", mientras Flores insistía que se verifique las cámaras de la sesión de la ALP.
En 2016, el cuerpo del viceministro fue encontrado en la carretera La Paz-Oruro; Flores fue el primero en llegar al lugar y verificar la identidad de Illanes.
Aguilar dejó el lugar en medio de los gritos. Flores sostiene que no se logró la mayoría de votos para aceptar la renuncia de las exautoridades.
Flores se desentendió sobre la acusación de "corrupto" y afirmó que Aguilar sólo lo dijo por salvar la "maniobra", haciendo referencia a que se haya aceptado las renuncias.
Ante el reclamo de Flores, Aguilar sostuvo que de acuerdo a reglamento, para aceptar las cartas de renuncia, solo se necesita simple mayoría.
"Hubo mayoría simple de los presentes y bueno, el diputado Franklin no está de acuerdo con aquello, seguramente ellos están en la posibilidad de haber rechazado y generar nuevamente convulsión en el país y enfrentamientos entre los bolivianos", señaló Aguilar citado por en una nota del prensa del Senado.
"Yo no aceptaré ningún tipo de cuestionamiento a una persona que por el contrario, es cuestionada", acotó el legislador.
Hoy tras leer las cartas de renuncias, la ALP aceptó las dimisiones de Morales y García Linera, en medio de gritos y protestas.