¿Qué le espera a Bolivia en los XII Juegos Suramericanos Asunción?
Bolivia asistirá con un equipo casi completo a los XII Juegos Suramericanos Asunción 2022 (1 al 15 de octubre), con 296 atletas de 300 posibles. Pero, pese a este gran número de representantes, las posibilidades de superar el décimo lugar obtenido en Cochabamba 2018 son muy remotas.
En 2018, Bolivia ocupó el décimo puesto gracias a las tres medallas doradas que obtuvo el ráquetbol y una más en pelota vasca. Pero en Asunción el ráquetbol no fue incluido en el programa deportivo.
Con ese panorama, las principales cartas para que la Tricolor suba al podio en Asunción se remiten a aquellas que lograron preseas en los pasados Juegos Bolivarianos de Valledupar, con el atletismo al frente.
“Son 28 deportes en los que Bolivia participará. El atletismo es una de las posibilidades que tiene el país. Están la natación, la gimnasia, el tenis, deportes ecuestres, el tiro deportivo. Esperamos que tengamos una producción importante”, dijo el presidente del Comité Olímpico Boliviano (COB), Marco Arze.
Bolivia finalizó en la última casilla entre 12 países en el medallero de Valledupar, un resultado que a juicio del presidente de la Federación Atlética de Bolivia (FAB), Marco Luque, es el resultado del divorcio que existe entre el Estado y las federaciones nacionales desde hace ocho años.
“Desde 2015, los atletas tuvieron que empezar a viajar con recursos propios. Los recursos que las federaciones y el propio Comité Olímpico Boliviano podrían aportar para generar programas de formación, preparación y fomento a los atletas, hoy en día están destinados a la participación en los eventos internacionales, por lo que la preparación ha quedado en un segundo plano. El divorcio del
Estado con las federaciones es un perjuicio grande y único, porque es el único país en que las federaciones no reciben ni un centavo”, según explicó Luque.
Pese a que hace unos meses volvió el apoyo a los deportistas a través del programa Tunkas, éste tiene un alcance de apenas 32 atletas, mientras que el programa Prodecom no puede cubrir las necesidades de todos los deportistas que requieren estar en constante competencia internacional para elevar su nivel, ni tampoco cubre los requerimientos para su preparación.
“Tenemos resultados efímeros, pero no producto de un sistema deportivo nacional de fomento a los atletas. Si tuviéramos un apoyo sistemático, porque ahora no tenemos ninguno, podríamos generar mejores resultados”, agregó Luque.
Sin los recursos económicos necesarios, las federaciones buscan la forma de preparar de la mejor manera posible a sus selecciones, con miras a los Juegos de Asunción.
“Cada federación ve la mejor forma de preparar a su equipo. Por ejemplo, el vóley de playa ha solicitado estar en Asunción con anticipación a objeto de poder prepararse”, acotó Arze, quien es consciente de que, para que los deportistas reciban el apoyo necesario, es necesaria la intervención del Estado.
“El no relacionamiento entre el Viceministerio de Deportes y las federaciones es un tema pendiente, porque las federaciones necesitan apoyo para concentrar y preparar adecuadamente a sus equipos”, expresó Arze.
Sin la preparación adecuada, los atletas nacionales volverán a dejar la vida en los campos deportivos en busca de dejar en alto el nombre de Bolivia.
Deportistas en campañas
El programa Prodecom, que tiene como finalidad principal atender las necesidades de participación internacional de los deportistas, no puede atender todas las solicitudes y muchos otros atletas desconocen que pueden pedir este apoyo.
Por este motivo, desde hace unos años muchos deportistas realizan diferentes campañas para conseguir los recursos necesarios para viajar a competir. Las actividades van desde la organización de carreras o rifas hechas por la fondista Jhoselyn Camargo o vender poleras como la tenista Noelia Zeballos. El último caso fue la del judoca Alejandro Zamudio, quien vendió hamburguesas para ir a un Panamericano en Lima.